El chef Luis Balda V., del restaurante portovejense La Caña, ve en la designación una “inmejorable oportunidad”. Fotos: cortesía y archivo/ EL COMERCIO.
Portoviejo fue designada como Ciudad Creativa en el ámbito de la gastronomía por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), junto a otras 65 nuevas ciudades del mundo que basan su estrategia de desarrollo en diversas expresiones de la cultura.
La designación del pasado 30 de octubre funciona como una membresía de reconocimiento internacional y compromete a la capital manabita a invertir en la creatividad “como motor para el desarrollo urbano sostenible, la inclusión social y la vitalidad cultural”.
La ciudad cuenta con una variada oferta gastronómica, desde los mariscos de la costera parroquia de Crucita hasta los platos de raíces agropecuarias de Calderón, célebre por su festival de la morcilla. Entre los platos insignes están el viche, la tonga o el cebiche…
La Unesco ponderó la movilidad social de la gastronomía en la urbe. En la foto, la tonga, uno de sus platos insignes. Fotos: cortesía y Archivo/ EL COMERCIO.
Pero la Unesco ponderó para su declaratoria más que platillos el conjunto de unas cocinas tradicionales, abiertas a la innovación, que son una fuente de identidad y, sobre todo, de desarrollo sostenible, explicó Fabián Bedón, de la Coordinación Zonal 4 del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).
La postulación puso énfasis en el papel de la gastronomía en el proceso de resiliencia y en la reactivación económica de los portovejenses con la creación de emprendimientos luego del terremoto del 16 de abril del 2016, dijo Bedón.
El expediente fue apuntalado por la designación como Patrimonio Inmaterial del Ecuador de la cocina tradicional manabita en octubre del 2018. La candidatura fue impulsada entre otras por la Fundación Fortaleza e Identidad Manabita, la Alcaldía de Portoviejo y por el propio INPC.
La ciudad adquiere una serie de compromisos. La Unesco anima a colocar la creatividad y la economía creativa en el centro de los planes de desarrollo urbano, algo a lo que Portoviejo apunta con espacios públicos como el parque Las Vegas y con la regeneración de su Centro Histórico.
Como el viche o corviche, el cebiche se sirve en Portoviejo con maní, al estilo Jipijapa o con la salsa acompañante. Fotos: cortesía y archivo/ EL COMERCIO.
La membresía obliga a la salvaguarda del patrimonio cultural y los saberes tradicionales. Un tercer compromiso es el de la cooperación con otras ciudades creativas. La declaratoria será revisada cada cuatro años a través de un monitoreo.
“Creo que la declaratoria nos posiciona en el mapa gastronómico mundial, hemos tomado la noticia con alegría, nos compromete a mejorar en términos de tradición, innovación y servicio”, indicó el chef Luis Balda, del restaurante portovejense La Caña.
El cocinero ponderó el aporte del pueblo montuvio a la gastronomía local, así como sus raíces milenarias, “que se remontan a una de las primeras culturas agroalfareras de América, la Valdivia”.