‘Mujer en llamas’, de Pablo Gamboa, en que destaca la fuerza y sensualidad femeninas. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
El pensamiento y la creatividad se mueven en la quietud de las esculturas que forman parte de la exposición ‘Volúmenes y poesía‘ instalada en la galería de la Alianza Francesa de Quito y abierta al público hasta finales de septiembre de 2018.
A través de esta exposición se busca destacar el alto nivel técnico y creativo de los artistas nacionales, según explica Charles Vix, director cultural de la Alianza Francesa Quito.
“El arte es algo que vive, se transforma y se puede entender a través de las generaciones”, dice el funcionario. En su primer año en el Ecuador ha encontrado en la escultura una faceta distinta de la riqueza cultural del país.
La muestra reúne a seis artistas nacionales que han aceptado compartir con el público parte de su obra, en cuyo conjunto destaca la diversidad de estilos y conceptos. Por ejemplo, está la obra de Pablo Gamboa, quien, a través de la técnica del ensamblaje, conjuga su sensibilidad estética con el reciclaje, en una serie de figuras que asemejan un collage y, al mismo tiempo, provocan una asociación simbólica con ángeles, guardianes, acróbatas o una mujer en llamas.
En manos del artista esmeraldeño Nixon Córdova, la resina, la fibra de vidrio y el acrílico adoptan formas humanas monocromáticas, en una serie de cuatro piezas que refleja las distintas formas del silencio, desde la individualidad, pero también desde la colectividad.
Más simbólico es el trabajo de Dolores Andrade, que ha transformado varias piezas de madera en una suerte de tótems modernos que evocan la feminidad. Entre ellos destaca también un tributo a las víctimas de Ayotzinapa.
Paulina Baca explora la idea del cuerpo físico como estuche en la serie Fragmentos, donde el metal se combina con materiales orgánicos, con el fin de subrayar la dualidad y los contrastes de la condición humana y su relación con los elementos de la tierra.
Con madera y metal, Francisco Proaño propone un ejercicio lúdico entre lo explícito y lo simbólico en obras como Videntes, Aparición , Ancestral y Yo te nombro libertad.
Las flores e insectos tallados en madera de Gabriel García son elementos de un universo onírico que se ha extendido a los pasillos y jardines de la Alianza Francesa, planteando inquietudes sobre el lugar al que pertenece la escultura.
La idea, dice Vix, es contrastar la visión artística de estos seis escultores con la lectura y sensaciones que puede despertar en cada espectador.