La lluvia fue un acompañante fiel en el Metal Fest Ecuador. Los metaleros que se dieron cita en el parque Bicentenario, la tarde del viernes, tuvieron que sortear la lluvia por más de 10 horas. Pero, eso no fue impedimento para disfrutar del poder de las 10 bandas que conformaron el cartel.
El cartel lo abrieron las bandas ecuatorianas Total Death y Killme desde las 12:00. Los noruegos Fintroll abrieron la cuota internacional a las 14:00 y junto a ellos llegaron las primeras gotas que no pararían en toda la noche.
A pesar del frío y la lluvia los ánimos entre los asistentes fueron constantes. Finntroll encendió el ambiente con su toque folk y la excentricidad de sus integrantes que usaban maquillajes y unas grandes orejas que simulan a los trolls como marca su nombre. Después vino el turno de Grave Digger. Ambas bandas llegaban por primera vez al Ecuador.
Benediction, banda británica de death metal, encendió totalmente al público. El mosh se hizo presente desde su primera canción. Los fanáticos enloquecieron con su música y bailaron sin importar que el piso estuviera lleno de agua.
Después llegó el turno del power metal de Stratovarius. Los asistentes corearon sus canciones y se pusieron un poco más románticos. Accept llegó después y llenó el escenario. El público que se encontraba en la zona de comidas o refugiándose de la lluvia quiso disfrutar del heavy metal de esta banda alemana.
Apocalyptica prendió sus violonchelos y trató de encender los ánimos con su música original y algunos covers de Metallica, pero la lluvia se hacía cada vez más intensa y mucho público se empezaba a ir del escenario.
Otros se tapaban con lo que tenían a mano, sus pintas metaleras quedaron debajo de ponchos de agua, fundas de basura, gorras, ponchos y más cosas que tenían a la mano. Muchos no fueron preparados y simplemente se resignaron a estar empapados.
Kreator dio un mensaje de fuerza y vida
Una gran tela negra con la palabra Kreator cubrió el escenario del Metal Fest. Tras unos 30 minutos de preparación la guitarra anunció que había llegado el turno de los alemanes del trash metal. Salieron a las 22:00 en punto. De hecho, la puntualidad marcó el festival, ya que se respetó los horarios que habían anunciado con anticipación.
La tela cayó y se reveló un escenario épico con una gran figura que representaba al señor de las tinieblas y algunas de sus víctimas colgadas en las esquinas. La escenografía se completó con fuego, luces y humo que se encendían al compás de sus canciones.
Mille Petrozza, vocalista de la banda, se hizo entender fácilmente por todos a pesar de hablar en inglés. Agradeció al público quiteño, qué a pesar de la intensa lluvia, tenía toda la energía para seguir bailando con Kreator.
“Disfruten la vida, sientan la música. La pandemia nos hizo entender eso”, decía como mensaje a todos los metaleros que asentían con las manos en alto con la marca del metal. Pidió que hagan una pared de la muerte (Wall of dead). El público enloqueció y se separó para luego chocar al ritmo del thrash metal.
En ese momento no importó que la lluvia se hubiera intensificado y que el suelo estuviera lleno de agua. Los metaleros estaban completamente mojados, pero el frío se había esfumado por un momento para seguir dando cientos de vueltas al ritmo de Kreator.
Su presentación duró una hora exacta. Los alemanes hicieron una reverencia al público y se marcharon. Tras su presentación cientos de personas abandonaron el recinto completamente empapados. La lluvia no fue su mejor aliado, a muchos les dolían las articulaciones.
The Metal Fest es un festival sudamericano que se trajó por primera vez al Ecuador este año y quiere convertirse en un referente para que más bandas importantes vengan al país.
“Tuvimos el contacto con la empresa chilena que organiza el Metal Fest y hemos optado por traerlo al Ecuador. Muchas veces vemos estos festivales solo por YouTube y ahora era la oportunidad de tenerlo aquí en vivo y en directo”, señaló Karly Code, jefa de prensa de CK Concerts, productora que organizó el evento.
En una entrevista radial, ella consideró que este puede ser un primer paso para que Ecuador pueda ser la sede de festivales más grandes, como pasa en Colombia o Perú y que deje de quedarse atrás.
Además, explicó que CK Concerts aprovechó la llegada de algunas bandas a Sudamérica, y tuvo un acercamiento con estas para invitarlos al Metal Fest Ecuador, es por ello que el cartel fue distinto al de Chile.
Este festival incluyó una zona de bebidas y comidas. Hamburguesas, sánduches, dorilocos, mote con chicharrón, morocho con empanadas, canelazo, cerveza, entre otras cosas fue la oferta que se presentó. Los precios iban desde USD 1,50.
Esta fue justamente una apuesta diferente para un festival de metal en el que generalmente no se permite vender bebidas alcohólicas o donde se dan muchas restricciones. En este caso los fans pudieron disfrutar de un espacio seguro, con buen ambiente y con muchas bandas importantes, a pesar de que la lluvia jugara una mala pasada.
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