La energía solar enciende la música en el Lollapalooza Chile - 2019

Asistentes animan el viernes 29 de marzo del 2019 durante la novena edición del festival de música Lollapalooza, en Santiago (Chile). Foto: EFE

Asistentes animan el viernes 29 de marzo del 2019 durante la novena edición del festival de música Lollapalooza, en Santiago (Chile). Foto: EFE

Vista general el viernes 29 de marzo del 2019 de la actuación del rapero estadounidense Kendrick Lamar durante la novena edición del Festival Lollapalooza Chile 2019, en Santiago (Chile). Foto: EFE

La batería y las guitarras suenan a todo volumen al compás de los modernos juegos de luces, todo gracias a la energía solar que por primera vez alimenta en un 100% uno de los escenarios del festival Lollapalloza-Chile.

Más de 7 000 personas colman la llamada 'Aldea Verde', el sector dedicado a concientizar sobre el cuidado del medio ambiente y que el festival Lollapalooza tiene desde su primera versión en Chile en 2011, cuando la nación sudamericana se convirtió en el primer destino internacional del evento estadounidense.

Este año Aldea Verde tendrá su propio escenario “verde”, para lo cual se instalaron 240 paneles solares, que ocupan una superficie de 500 metros cuadrados en el techo de una enorme estructura de madera y que alimentarán con un 100% de energía limpia por primera vez un escenario de Lollapalooza.

“Para nosotros es un gran orgullo. Es la primera vez que hay un escenario en Chile que es 100% alimentado con energía renovable”, dice Axel Leveque, gerente general de la eléctrica francesa Engie-Chile, empresa encargada de los paneles solares y su funcionamiento.

Asistentes animan el viernes 29 de marzo del 2019 durante la novena edición del festival de música Lollapalooza, en Santiago (Chile). Foto: EFE

Los paneles alimentan con energía renovable la música, luces y la pantalla del escenario, de 27 metros de ancho por 12 de alto, que recibirá a 20 artistas durante los tres días que durará el festival que, como todos los años anteriores, se desarrolla en el parque O'Higgins, un enorme pulmón verde ubicado en el centro de Santiago.

La estructura que soporta los paneles asombra a los asistentes a medida que se van acercando al escenario, donde coloridas luces cuelgan del techo al igual que dos columnas de parlantes en los que suena la música gracias a la potencia que emana de los paneles y que se espera genere unos 750 kw hora durante todo el festival.

“El equivalente de 30 casas se podrá alimentar con el tamaño de lo que instalamos acá. Probablemente, estamos hablando del equivalente de unos 100.000 dólares que armamos”, afirmó Leveque.

Unos 80 000 fanáticos asistirán diariamente al festival, para disfrutar de 120 artistas que tocarán en ocho escenarios de distintos tamaños.

-Cero emisiones-
Para abastecer este escenario con energía eléctrica, se hubiera necesitado de un generador a diésel, el que habría producido un promedio de 0,34 toneladas de Co2 por megawatts hora.

Además del ahorro de energía convencional, reduce a cero las emisiones de dióxido de carbono que emanan de los generadores diésel.

“Queremos de alguna manera seguir apoyando, renovando nuestros votos de sostenibilidad como productora y como festival”, sostuvo Sebastián de la Barra, director de Lollapalooza Chile.

La instalación abarca gran parte de Aldea Verde. Desde la estructura de los paneles, un enorme cable baja desde el techo y recorre bajo la tierra unos 30 metros hasta una habitación donde la energía solar es convertida en la electricidad que abastece al escenario durante el día.

En la noche, el escenario es abastecido por 60 baterías de litio, cargadas también por la energía solar y que equivalen a unas 40 000 baterías de un celular inteligente.

Además del escenario, en la Aldea Verde se instalará una exposición sobre la reducción de la huella de carbono a través del uso de energías renovables, reciclaje, eficiencia energética y conservación de la naturaleza.

-Sueño sustentable-
De La Barra estima que aún es muy difícil pensar en utilizar energía solar para los escenarios más grandes del festival, pero afirmó que tienen como desafío futuro reducir la huella de carbono que produce el evento, ya que en un 80% es generada por los asistentes.

“Sí me atrevo a decir que podemos soñar eventualmente expandir esto a otros escenarios medianos del festival, pero es un trabajo grande que tenemos que ir desarrollando año a año”, afirmó.

Cuando el festival concluya, los paneles solares se quedarán en el parque O'Higgins donde serán utilizados para abastecer de electricidad a un jardín infantil y también una piscina temperada.

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