Las respuestas están divididas. Gisella Heredia, promotora artística, dice que “no”, mientras que Zuley El Wakel, relacionista pública, asegura que “sí”.
“Todos (artistas) saben para quién cantan. Lo que no conocemos son sus antecedentes. Hay cumpleañeros que van al camerino de los artistas y se toman una fotografía”, afirma Zuley, que ha trabajado con varios artistas nacionales e internacionales.
Ahora mismo gestiona la visita al país de Juan Luis Guerra; un novio lo quiere para que anime a los invitados en su fiesta de matrimonio.
Gisella, en cambio, dice que las personas que contratan el servicio de los artistas no necesariamente son los ‘consumidores’ finales. “En este tipo de eventos (fiestas privadas) son unas terceras personas las que se encargan de toda la gestión. Nosotros preguntamos sobre el número de personas y lugar del evento”.
¿Qué opinan los artistas?
Douglas Bastidas, músico y compositor, coincide con Gisella al afirmar que “es muy difícil que un artista sepa en el fondo quién lo contrata”.
Asegura que para eso se tendría que hacer una investigación a fondo. “Es lo mismo que sea un narco o un ladrón de cuello blanco. Al final se está discutiendo si el dinero es lícito o no, y ni Fiscalía sabe bien cuál es lícito o no”.
La interrogante sobre si los artistas saben para quién cantan surgió después del escándalo ocurrido en la finca San Andrés, en Guayaquil.
En ese lugar se celebró un cumpleaños con la presencia de artistas locales e internacionales, y más tarde miembros de la Policía Nacional retuvieron a varias personas, entre ellas al presunto líder de la banda delictiva Las Águilas. También decomisaron subametralladoras, municiones, armas de alto alcance, radios de telecomunicación y vehículos de alta gama.
“Ahora es cierto que como está el país hay tener ciertos parámetros y hacer ciertas preguntas antes de aceptar un show, no solo por que sea dinero sucio, sino por que está arriesgando la vida suya y de su equipo”, añade Douglas.
¿Cómo se blindan los artistas de actividades ilícitas?
Zuley El Wakel afirma que en sus contratos consta una cláusula de licitud de fondos. También solicita pago mediante transferencia bancaria. “El dinero en efectivo es peligroso. Solo lo aceptamos para cubrir viáticos”. Agrega: “a la larga uno no sabe de dónde sale la plata y la única manera de protegerte es poner esa cláusula”.
Gisella añade que los contratos son notarizados y que siempre se emiten facturas.
¿Qué otras medidas toman los artistas internacionales?
Muchos de los artistas internacionales tienen un equipo de avanzada; se encarga de recopilar toda clase de información. “Ellos buscan cuidar la imagen de artista“, recuerda Zuley.
Una experiencia reciente la tuvo con el equipo del artista de bachata Romeo Santos. “Uno tiene que hacerle de FBI al cliente”.
Esos talentos internacionales también piden garantías, como contar con una aseguradora, por ejemplo, cuenta Gisella.
Pero, como en toda regla hay excepciones, existen artistas que actúan para gente con poca o nula acogida por los ciudadanos del mundo.
Ese es el caso de la reconocida rapera Nicki Minaj. Ella generó controversia al presentarse en Angola para Unitel, empresa parcialmente propiedad del presidente José Eduardo dos Santos, acusado de corrupción y violaciones a los derechos humanos, según apunta CNN.
A pesar de las advertencias de Human Rights Foundation, que instó a cancelar el evento, Minaj no solo actuó, sino que también compartió su emoción en Instagram.
La organización criticó su postura, considerando que no concuerda con su trabajo en justicia social. Aunque Minaj está vinculada a obras benéficas, su actuación en un país marcado por la corrupción plantea interrogantes sobre sus valores y compromisos.