'A Moon Shaped Pool' , el trabajo más íntimo y tranquilo de Radiohead

la quejumbrosa y nostálgica voz del vocalista Thom Yorke que sobresale entre miles de sonidos.

la quejumbrosa y nostálgica voz del vocalista Thom Yorke que sobresale entre miles de sonidos.

La quejumbrosa y nostálgica voz del vocalista Thom Yorke sobresale entre los sonidos de 'A Moon Shaped Pool. Foto Referencial: Flickr

Música de auricular para grandes escenarios: la banda de rock británica Radiohead ha superado con frecuencia esa contradicción con álbumes muy heterogéneos.

Pero su nuevo disco, 'A Moon Shaped Pool', disponible en Internet desde la noche del domingo 8 de mayo de 2016, es el más sensible e íntimo que ha publicado hasta ahora.

Instrumentos de arco en todas partes, a veces exhibidos con opulencia, otras veces con sutileza sólo sonando de fondo. Sonidos de piano con un deje de tristeza, aquí y allá un ritmo suavemente intercalado. Y naturalmente, la quejumbrosa y nostálgica voz del vocalista Thom Yorke que sobresale entre miles de sonidos.

Sin duda son Radiohead. Pero su último trabajo es en conjunto muy distinto a todo lo que el principal grupo de indie-rock del mundo había hecho hasta ahora.

El noveno álbum de estudio publicado en Internet en la noche del domingo, con previo aviso, se aleja de la abstracción y la frialdad de los anteriores 'In Rainbows' (2007) y 'The King Of Limbs' (2011).

Si el ímpetu rockero de su tercer álbum y obra maestra 'OK Computer' (1997) fue crucial para la historia de la banda, son más bien cantantes melancólicos como David Sylvian o Nick Drake quienes sirven de puntos de partida para el nuevo trabajo.

Posiblemente York y compañía estén abriendo una nueva era de la banda con su disco de casi 53 minutos, que se deleita en la melancolía y la belleza.

Video: YouTube, cuenta Radiohead

Parece como si la próxima fase de Radiohead estuviera marcada por el gran compositor inglés Jonny Greenwood. El músico multi-instrumentalista y excelente guitarrista destacó recientemente como compositor de bandas sonoras para películas del director de Hollywood Paul Thomas Anderson, como 'There Will Be Blood', 'The Master' o 'Inherent Vice'. Su adquirido arte del "arreglo" impregna 'A Moon Shaped Pool' de muchas consecuencias positivas y de una probablemente negativa para muchos fans.

Porque esta música más elegante, de canciones a veces sin estribillo, no dan tanto juego para actuaciones en grandes estadios o grandes escenarios de festival de verano, en los que Radiohead suele actuar.

Es cierto que los vocalistas de alto volumen ya no están de moda en los conciertos del quinteto de intelectuales de Oxford, pero las baladas como Daydreaming, Decks Dark o la fantástica The Numbers, que invitan a perderse en la reflexión, son en realidad música para escuchar con auriculares.

Pocas veces Phil Selways sonó en la batería tan poco a rock y tanto a ambiente, incluso a jazz, como esta vez. Incluso amenaza con desaparecer en algunos temas.

Con 'A Moon Shaped Pool' Radiohead ha conseguido un álbum extraordinariamente tranquilo y tranquilizador en el que está ausente, quizá de forma totalmente consciente, el aspecto más nervioso de obras anteriores.

Al contrario que en el último fracasado intento de ofrecer sus obras a un precio voluntario a sus fans, esta vez la descarga de las 11 canciones del disco cuesta 11, 50 euros.

Las versiones en CD y en vinilo estarán ala venta a partir del 17 de junio. Quién sabe si estos cinco músicos sin ademanes de estrella habrán creado un disco para la posteridad o para las mejores listas de ventas. Normalmente los trabajos del grupo mejoran cuanto más se los escucha.

Este último ofrece también una ocasión para un viaje de descubrimiento sonoro, algo que muy pocas bandas de rock con más de 25 años a sus espaldas serían capaz de hacer.

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