De acuerdo con especialistas, la obesidad sería un favor que obstaculizaría el buen funcionamiento de la vacuna contra el covid-19. Foto: AFP.
La esperanza de millones de seres humanos se mantiene viva en tiempos de covid-19, mientras los científicos trabajan a contra reloj para desarrollar la vacuna que combatirá al virus. Los especialistas, sin embargo, alertan a la ciudadanía sobre una clara preocupación: la posibilidad de que no funcione en personas que padecen obesidad.
Desde que la pandemia llegó, en diciembre del 2019, varios estudios científicos han evidenciado que los pacientes que poseen un índice de masa corporal elevado tiene un riesgo mayor a presentar un cuadro grave por el nuevo coronavirus.
Mientras los ensayos de las vacunas -desarrolladas por diferentes naciones– avanzan, la incertidumbre se eleva, pues se ha comprobado que la efectividad de vacunas como la de la influenza, la hepatitis B y la rabia, se reduce en personas con obesidad.
El médico Matthew B. Laurens -investigador principal de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland- trabaja en el centro, encargado de realizar los ensayos avanzados de la vacuna contra el covid-19 de Moderna Therapeutics. Él admitió -en diálogo con la cadena televisiva ABC News– que “sabemos que han sido probadas en poblaciones de personas con obesidad que estos individuos no responden tan bien a estas vacunas”.
El científico, además, se mostró preocupado. “Mientras estamos desarrollando una vacuna para el covid-19, reconocemos que podría no funcionar en todas las poblaciones, incluyendo a aquellas que sufren obesidad”, dijo el especialista.
La comunidad científica está preocupada por el funcionamiento de la vacuna contra el covid-19 en personas con obesidad. Foto: AFP.
La investigación sobre los mecanismos biológicos por lo que los pacientes con obesidad podrían no responder de forma positiva con la vacuna, los expertos dicen que es la inflamación crónica lo que interfiere con la respuesta inmune a la vacunación. Aquello implica que estas personas serán más vulnerables a patologías prevenibles, incluso de la inmunización.
Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición, explicó a el portal Infobae que la incertidumbre sobre la vacuna y la población con obesidad se basa en dos hechos. El primero, según la especialista, es que en otros casos las vacunas no funcionan de la misma manera en personas con obesidad en contraste con aquellas que tienen un peso normal.
“El segundo conocimiento es el compromiso inmunológico que presenta quien padece obesidad, es decir, quien tiene un índice de masa corporal de más de 30”, detalló Katz. En conclusión, afirmó la experta, el vago funcionamiento de la vacuna contra el virus en ciudadanos obesos tiene que ver con la respuesta inmunológica que tienen por la inflamación crónica, de leve a moderada.
Katz informó, además, que la respuesta de anticuerpos y la “respuesta de la inmunidad innata, la respuesta celular y la respuesta humoral, ambas están comprometidas. Entonces, cuando se inyecta una vacuna por la que se espera una respuesta inmunológica, ésta no va a suceder. De hecho, hay antecedentes de mala respuesta a la vacuna de la gripe y a la vacuna de la hepatitis”, especificó la científica a Infobae.
Para el médico Leonard Friedland, vicepresidente y director de Asuntos Científicos y Salud Pública de las vacunas GlaxoSmithKline, “la obesidad desencadena un estado inflamatorio crónico en los seres humanos“.
Esta inflamación constante de bajo nivel podría ser lo que impide que algunas vacunas funcionen tan bien como lo hacen en pacientes más delgados, de acuerdo con el galeno.