Ecuador tiene un plan para cumplir el acuerdo de París

En Quito, el principal problema de la contaminación del aire está asociado con el material particulado fino que emiten los vehículos a diésel. Foto: Archivo/ELCOMERCIO

En Quito, el principal problema de la contaminación del aire está asociado con el material particulado fino que emiten los vehículos a diésel. Foto: Archivo/ELCOMERCIO

En Quito, el principal problema de la contaminación del aire está asociado con el material particulado fino que emiten los vehículos a diésel. Foto: Archivo/ELCOMERCIO

El documento de Contribución Determinada a Nivel Nacional plantea reducir un 9% las emisiones estimadas a 2025. El transporte es uno de los más contaminantes. 

A menos de un año de la entrada en vigor del Acuerdo de París, los países miembro continúan presentando a las Naciones Unidas sus planes para cumplir con las metas de reducción de gases de efecto invernadero. Con esto se busca evitar el avance del cambio climático en el mundo.

Ecuador este años se convirtió en uno de los 183 países que ya presentó a la ONU su primera Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC). La elaboración de este documento es uno de los requisitos que se pide a quienes son miembros del acuerdo.

En este se muestran las acciones que se implementarán desde el 2020 hasta el 2025 para que el país pueda empezar a reducir sus emisiones en los sectores más contaminantes. Este documento se planea presentarlo al público en las próximas semanas, pero ya se puede visualizarlo en la página web de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Unfcc).

Uno de los compromisos planteados es generar un 9% menos de las emisiones estimadas al 2025. Además, si se cuenta con el apoyo financiero y logístico de la comunidad internacional, la cifra se elevaría y se podría reducir hasta en un 20,9% las emisiones previstas para el mismo período.

Estas metas aplican para los sectores de agricultura, procesos industriales, residuos y energía. A este último se le atribuye la generación del 46,63% de las emisiones del país y dentro de este, el sector transporte está encargado del 45,16%. Por eso, fomentar e implementar la movilidad sostenible a través de transporte público eficiente consta como una de las líneas de acción.

En otros países del mundo, como Noruega, se ha puesto el enfoque en los vehículos eléctricos como una forma de disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. Allí se han alcanzado cifras récord en ventas de este tipo de automotores.

En la NDC consta la operación del Metro de Quito (22 km) y el Tranvía de Cuenca (12km) como iniciativas que ayudarán a reducir emisiones provenientes del transporte. En los últimos días también se anunció la eliminación de aranceles para vehículos eléctricos como una forma de motivar la movilidad sostenible.

René Parra, docente investigador del Departamento de Ingeniería Ambiental de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), explica que al reemplazar los vehículos a diésel y gasolina por los eléctricos se dejan de emitir al aire contaminantes primarios de combustión. Esto va a producir una reducción de las emisiones en las zonas donde circulan estos vehículos, pero al ser cargados con electricidad, también hay consecuencias.

Los efectos de la contaminación de aire por la generación de electricidad se presentan en las zonas de influencia de las centrales termoeléctricas que utilizan combustible fósil, dice Parra. Además, considera que aunque es evidente una reducción en las emisiones de contaminantes del aire y de gases de efecto invernadero durante la etapa de uso, es necesario realizar estudios que analicen todas las emisiones que se producen durante el ciclo de vida de estos vehículos y sus componentes.

Estos estudios deben realizarse de forma específica para cada país, ya que los resultados varían dependiendo de la forma en la que cada zona produce electricidad. Parra dice que es importante utilizar vehículos que sean diseñados con criterios de eficiencia energética.

Ney Jiménez, gerente del Corredor Central Norte de Quito, explica que una de sus propuestas es que los recursos que se utilizan para subsidiar el diésel, sean destinados al acceso a energía eléctrica para una transportación limpia.

Jiménez cuenta que, motivados por promover un sistema de transporte más amigable con el ambiente, realizaron un convenio con la marca BYD para utilizar el bus eléctrico articulado y otro de 12 metros, que actualmente no está en operaciones.

Según Jorge Burbano, gerente de BYD, ambos buses han sido diseñados especialmente para Ecuador, cuentan con la homologación nacional y han recorrido 75 000 kilómetros en operación real en Quito, Guayaquil y Cuenca desde noviembre del 2017.

Para el investigador de la USFQ, se necesita de una serie de acciones en distintos ámbitos. Los objetivos deben dirigirse a la reducción de la dependencia de combustibles fósiles y mejorar la eficiencia en la generación eléctrica de las centrales térmicas del país. Esto también se contempla en la NDC.

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