Los DJ de Quito se reactivan lentamente en medio de las restricciones

Diego Celi es parte de la organización del Festival Antena, que en el 2020 celebró su décima edición en modalidad virtual.Foto:cortesía Diego Celi

Diego Celi es parte de la organización del Festival Antena, que en el 2020 celebró su décima edición en modalidad virtual.Foto:cortesía Diego Celi

Diego Celi es Dj, productor y parte de la organización del Festival Antena, que en el 2020 celebró su décima edición en modalidad virtual. Foto:cortesía Diego Celi

Un año después del inicio de la pandemia, la reactivación sigue siendo difícil para los artistas nacionales en general. La situación es más complicada para los DJ y productores de música electrónica, cuyo trabajo se desarrolla principalmente en bares, discotecas y festivales de música.

Por orden del COE cantonal, este tipo de locales y los espectáculos públicos siguen restringidos en Quito. Mientras tanto, artistas como Paúl Gómez intentan retomar su actividad como DJ y generar ingresos en las escasas reu­niones familiares y eventos institucionales.

“Antes de la pandemia trabajaba de planta en una discoteca los miércoles y jueves. Los viernes y sábados estaba en eventos. Tenía al menos 16 ­presentaciones al mes”, ­explica Gómez, conocido como DJ Pull Drums.

De un momento a otro, el artista con 12 años de trayectoria vio sus ingresos reducidos a cero. Con los ahorros que tenía pudo sostenerse por tres meses, luego tuvo que vender parte de su equipo de trabajo y, posteriormente, se mudó a ­casa de sus padres.

Desde allí trabajó en pequeños proyectos de edición y producción de videos. Para el último trimestre del 2020 retomó la música con presentaciones virtuales gratuitas. La inactividad, dice Gómez, es un factor en contra para los DJ, porque luego cuesta actualizarse y retomar el ritmo.

Para Gómez, la reactivación dependerá del tiempo que se tarde en ejecutar un plan de vacunación y de las condiciones que se impongan para locales y eventos presenciales. Con esa visión coinciden otros artistas locales como Carlos Hernández, Santiago Saá y Diego Celi.

“La pandemia ha dejado colgada de un hilo la subsistencia económica de muchos artistas”, dice Saá. En estas condiciones, explica el DJ y productor con 30 de trayectoria, es importante capitalizar el conocimiento y diversificar las formas de trabajo.

La locución, producción musical y audiovisual, publicidad, programas radiales, docencia son algunas alternativas que pueden generar ingresos, asegura Saá desde su propia experiencia.

Reinventarse es justamente lo que le tocó a Carlos Hernández, conocido como DJ Tatto. Su trabajo como DJ residente en un ‘lounge’ de la Foch terminó cuando empezó la pandemia y se ordenó el cierre de los centros de diversión nocturna.

Con 15 años como DJ profesional, se niega a dejar la música como sustento de vida. Junto con Xavier Prado fundaron el sello Magia Records, para la promoción de otros artistas. Ambos también producen Xavi Prado y DJ Tatto Radio Show, un programa radial que se retransmite en más de 20 radios ‘online’ y en FM. Desde hace un mes volvió a abrir Stereo DJ Academy, un espacio de formación para músicos.

Estas actividades, dice Hernández, le han permitido mantener su actividad profesional como artista, mientras espera la reapertura de los espacios habituales de trabajo.

Para mantenerse abiertos, algunos locales cambiaron su modalidad de negocio. Ese es el caso de Soundgarden, una discoteca administrada por los empresarios Pedro y Bernardo Ortiz, que tras su inauguración en enero del 2020 tuvo que cerrar sus puertas en marzo. Unos meses después volvió a funcionar como restaurante, donde se han vuelto a presentar shows en vivo, cumpliendo con la normativa local.

En esas condiciones se han abierto otras plazas de trabajo, pero que apenas dan cabida al 10% de los artistas locales, según estimaciones del artista y productor Diego Celi.

“Antes de la pandemia había unos seis movimientos de música electrónica consolidados en Quito, que abarca unos 100 artistas dedicados exclusivamente a la música electrónica”, cuenta Celi.

Otro espacio que sobrevivió a la pandemia es el festival de música electrónica Antena, que el 2020 celebró su décima edición en modalidad virtual. Fue su mejor edición porque llegó a las 100 000 visitas dentro y fuera del país gracias al público nacional y extranjero.

La organización del festival abrió la convocatoria para la edición número 11 que se realizará del 26 al 28 de noviembre. “Tenemos la esperanza de que, en el peor de los casos se realice con aforo reducido. Caso contrario se hará ‘online”, asegura Celi sobre el evento.

Los representantes de bares, discotecas y karaokes presentaron al Municipio de Quito un plan piloto para la reapertura de estos negocios y están a la espera de su aprobación para reactivarse progresivamente.