Foto referencial. Con una actitud más fresca y rejuvenecida, los profesores se reinventan cada clase. Foto: Archivo/EL COMERCIO
Han pasado muchos años desde que un silencio sepulcral dominaba las aulas de clase mientras al frente un ser prácticamente desconocido hablaba de matemáticas, historia, arte o geografía. La relación entre maestros y estudiantes ha reducido las distancias con el fin de tener una educación más personalizada.
Hoy en día, los ‘profes’ incluso dedican parte de su tiempo libre a entablar lazos de amistad con sus alumnos. Juegan en los recreos y los jóvenes acuden a ellos para buscar opiniones y guías en las dudas no sólo académicas sino personales.
Para José Villamarín, docente de la Facultad de Comunicación de la Universidad Central del Ecuador, los docentes hoy en día no necesariamente son personas jóvenes, pero sí con personalidad jovial. Conocer mejor a sus estudiantes les ha permitido desarrollar nuevas estrategias.
El Ministerio de Educación del Ecuador, en el documento Estándares de Desempeño Profesional Docente, establece el perfil de un buen docente como una persona que además de conocer la asignatura, debe saber enseñarla. “El profesor aprende a reconocer las potencialidades de sus estudiantes y les da metodologías para acceder al conocimiento”, explica Villamarín. “El maestro no da el pescado, sino la caña de pescar”, concluye.
Es importante destacar que el número de mujeres docentes ha crecido considerablemente en relación con los hombres. Según registro de la Dirección Nacional de Análisis e Información Educativa (DNAIE) con la Coordinación General de Planificación (CGP) del Ministerio de Educación, al 2015, la cifra de mujeres docentes es de 111 100. Y la de hombres es de 52 491.
La educación en estos tiempos no solo vive transformaciones a nivel de índices de participación. También se ven en la vestimenta. Ya no se ven siempre a maestros con terno y corbata. El ‘look’ más informal también crea cercanía con los estudiantes. En el Colegio Paulo Freire y La Salle, por ejemplo, las chaquetas distintivas, que usan los chicos de sexto curso, también las usan sus maestros.
Además de la actitud y la apariencia, hay otros cambios significativos con respecto a la preparación, señala Villamarín. Los maestros buscan actualizar sus conocimientos y acceden a maestrías y Ph,D. Como parte de esta actualización, los maestros deben ir a la par del desarrollo tecnológico y valerse de las nuevas herramientas que están disponibles.