El acto de gemir es uno de los que más identifican un encuentro sexual, ¿pero es algo natural o ha sido promovido como algo cultural? De acuerdo con expertos, su razón es física.
El gemido ha sido por muchos años una de las representaciones más comunes del sexo, pues se cree que con este las personas expresan su excitación.
Sin embargo, expertos en sexología afirman que el gemido tiene un origen biológico, pues es la forma en que el cuerpo humano garantiza que el organismo siga recibiendo aire a través de la boca.
Esto ocurre en situaciones de agitación, como el sexo, y esa entrada de aire ocasiona el gemido al que se le ha dado una connotación sexual y erótica.
Según los expertos, lo anterior se debe, sobre todo, a que el sonido que emite una persona al gemir es utilizado para mantener la excitación en un encuentro, asociándolo con la satisfacción.
De hecho, en algunos casos es entendido como la aproximación de un orgasmo. A este constructo ha contribuido también la pornografía y las películas eróticas, por ejemplo, que lo usan para aparentar placer en sus escenas.
Tanto así, que hay personas que pueden llegar a pensar que su pareja no está disfrutando el encuentro si no le escuchan gemir, dicen los sexólogos.
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