Estudiantes crearon una mano robótica para un compañero de clase

Imagen referencial. El alumno nació con una extremidad que no se desarrolló por completo. Sus amigos lo ayudaron. Foto: Pexels

Estudiantes de la preparatoria Hendersonville High School, en Tennessee, Estados Unidos, han conmovido a la comunidad internacional al construirle una mano robótica a uno de sus compañeros que nació con una malformación en una de sus extremidades.

En la clase de ingeniería nacería una amistad que hoy ha traspasado fronteras por el alto grado de compañerismo, innovación y desarrollo tecnológico: “Se supone que debes ser ingeniero, generar nuevas ideas, resolver problemas y simplemente mejorar las cosas de lo que solían ser”, dijo Leslie Jaramillo, estudiante de último año, a el medio CBS.

“Definitivamente la mayoría de los recuerdos los he hecho aquí dentro de este salón de clases de ingeniería: diseño y desarrollo’”, agregó.

La llegada de un nuevo compañero trajo nuevos retos

Muy poco tiempo después de que acabara el primer semestre de la materia, llegó un nuevo compañero que pondría nuevos retos en la carrera científica de los alumnos. Sergio Peraota nació con una malformación en su mano derecha, por lo que sus nuevos amigos quisieron asumir el reto de construir una prótesis robótica que le permitiera suplir las funciones de su extremidad.

"No los conocía. Entonces, el maestro me los presentó, y luego comencé a trabajar en eso y me hice amigo de ellos”, resaltó Peraota a la BBC.

"Mientras crecía, como durante mis primeros años de escuela, mucha gente me preguntaba qué le pasaba, qué le pasaba a mi mano, mucha gente, y yo solía decir incluso en el jardín de infantes: ‘Yo nació así (…) realmente no fue tan difícil, me acostumbre hacer muchas cosas, casi todo’”, agregó.

La construcción

Su historia de vida sirvió para inspirar a sus demás compañeros del aula, quienes se pusieron en la tarea de armar los diseños para luego montarlos en una impresora 3D que materializó el nuevo objetivo.

“No conocía a Sergio cuando íbamos a hacer esto”, dijo Leslie. “Estábamos comenzando desde cero, pero pudimos ver algunos diseños anteriores en línea y una vez que comenzamos con una idea, partimos de allí”, añadió.

Luego de un mes de arduo trabajo, trasnochando y tomando planos, la clase puso a prueba su producto con un juego de captura, el cual se convirtió en el pasatiempo de Peraota que, entre otras cosas, esta muy agradecido por la ayuda que le brindaron desde el día cero.

“Nunca esperé esto. Vivir sin una mano durante 15 años y en realidad me ofrecieron dos es realmente genial. Nadie me ha ofrecido nunca estas cosas. Cambió mi vida”, concluyó.


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