Desesperanza y un dejo de frustración. La obra ‘Las Tres Gracias’, cuento de Raúl Pérez Torres adaptado por Iván Morales, se resume en la vida que llevan tres prostitutas migrantes, un poeta y una virgen. En la “inercia de su vida”, buscan reflejar la problemática de la migración y el desamor.
Desde hace 15 días, el grupo Solsticio se presenta en la Escuela de Actuación Fama. La obra montada en cinco semanas, con un pequeño presupuesto y una escenografía armada por ellos, recuenta la tristeza de los personajes y el anhelo de la muerte.
Morales rompió códigos para adaptar el cuento, incorporando sus poemas y otros diálogos para adecuarlo a la actualidad, donde no quedan fuera hechos cotidianos de los ecuatorianos.
La asistencia es fluctuante. Tres mujeres adultas y un joven acudieron a la presentación del sábado a las 20:00. Pocas risas se escucharon y aplausos al final. Otros días, Morales dice que la platea se llena. La capacidad es de hasta 50 personas.
El escenario queda tan próximo que se puede mirar al interior de los ojos de los cinco actores, mientras se escuchan los pasillos de Julio Jaramillo.
El licor no falta en el burdel, en EE.UU, donde trabajan la Mona, Martina y Clodomira, al que no entra ningún cliente. El poeta borracho acompaña las penas de las tres, con la nostalgia de su novia muerta. Allí, “siempre es de noche”. Ya cuando culmina la presentación no se siente la más mínima esperanza, como si la frustración dominase desde la obra.
Las presentaciones serán hasta el 2 de marzo, con cuatro funciones semanales: jueves, viernes y sábado a las 20:00, y domingos a las 18:00.