Paúl Cárdenas: ‘Este virus tiene la capacidad de corregir sus errores cuando muta y eso lo hace más peligroso’

El investigador de la USFQ, Paúl Cárdenas, dio detalles del análisis que se hizo para descifrar el genoma de una cepa del covid-19. Foto: Cortesía USFQ

El investigador de la USFQ, Paúl Cárdenas, dio detalles del análisis que se hizo para descifrar el genoma de una cepa del covid-19. Foto: Cortesía USFQ

El investigador de la USFQ, Paúl Cárdenas, dio detalles del análisis que se hizo para descifrar el genoma de una cepa del covid-19. Foto: Cortesía USFQ

Hace unos días, investigadores de la Universidad San Francisco de Quito secuenciaron el genoma de una cepa del covid-19. A través de un estudio ellos determinaron que varía la agresividad de del coronavirus. Esto significa que en el mismo país pueden circular cepas de distinto nivel de letalidad. Sobre este tema, Paúl Cárdenas, investigador de esta institución educativa y quien encabezó este estudio, dio detalles sobre el trabajo realizado.

¿Por qué la agresividad de las cepas varía de un país a otro si se trata del mismo virus?

No solo varía de un país a otro, sino que dentro de una misma nación hay varias cepas del virus circulando. Entonces dentro del Ecuador también hay unas cepas que no son tan agresivas y otras que sí lo son.

¿Qué pasa en Guayaquil, circula una cepa más agresiva del covid-19?

Probablemente, la única forma de saberlo sería secuenciando el genoma de las cepas del virus que están circulando en esa ciudad.

¿De dónde tomaron ustedes la cepa analizada?

La cepa que nosotros secuenciamos es del paciente cero de Quito. Es un turista holandés que vino al Ecuador y estaba en Sucumbíos. Fue trasladado a terapia intensiva del Hospital Eugenio Espejo y sobrevivió.

Apenas han pasado poco más de tres meses desde que apareció el covid-19. ¿Puede haber mutado tanto el virus en un lapso tan corto?

Sí, los virus mutan todo el tiempo. Y este coronavirus tiene incluso la capacidad de corregir sus errores cuando muta y eso lo hace más peligroso. Sin embargo, la cepa que nosotros analizamos no tiene tantas mutaciones, es muy similar a la de Wuhan de enero.

¿Qué implica que la cepa sea menos agresiva? ¿Causa menos muertes?

Cuando nosotros hablamos de agresividad, hay que tomar en cuenta el virus. Ahí se puede ver cepas de distintos niveles, pero también hay que tomar en cuenta a los pacientes que lo sufren. Recordemos que a pesar de que esta cepa estudiada no era tan agresiva, el paciente holandés llegó en Quito a terapia intensiva. Para hablar de agresividad en una población habría que hacer un estudio epidemiológico más amplio.

¿Cómo se comprobó que es una cepa menos agresiva?

Cuando se hacen los análisis genéticos, como la genealogía de los virus, se determina en dónde circulan y se relacionan con las tasas de mortalidad que causan en distintos sitios. La variante del coronavirus que analizamos se ha encontrado más en países donde no ha habido tanta mortalidad, como Holanda o Corea del Sur. Pero, insisto, es importante tomar en cuenta también la parte del paciente. Además, puede haber cambios con el tiempo, para eso son los estudios epidemiológicos.

¿Las autoridades de salud de nuestro país están al tanto del resultado de su investigación?

Sí. Cada vez que tenemos un reporte les enviamos un resumen y estamos tratando de trabajar con ellos, porque lo más importante es analizar secuencias de covid-19 que vengan de todo el país. Ahora sabemos de una cepa, pero necesitamos saber de otras más que circulan en el Ecuador.

¿Las mutaciones del covid-19 varían de país a país?

Sí, lo más probable es que aquí y en otros países tengamos diferentes cepas que tienen diferentes orígenes. Además, el virus muta y se adapta a cada población. Por eso es importante no solo hacer un corte con un estudio sino ver varios de ellos en el tiempo, determinar qué es lo que está pasando dos semanas después, un mes después, etc.

¿Podemos decir que una cepa holandesa del virus llegó a Quito y una española a Guayaquil?

Probablemente hay más cepas, no se las puede identificar por países pero sí se puede decir: ‘parecida a las cepas identificadas en Holanda, o a las cepas identificadas en España’. Muy probablemente hay más circulando en varias partes. Tomemos en cuenta que, por ejemplo, en Quito tenemos pacientes que vinieron enfermos de Guayaquil, o que se contagiaron allí y comenzaron a desarrollar síntomas en la capital o en otra ciudad. Es importante también analizar las cepas de los pacientes que se han contagiado en la comunidad, es decir, aquellos que no saben dónde contrajeron el covid-19.

¿No se puede decir entonces que la letalidad de las cepas que circulan en Guayaquil es mayor a la de Quito?

Exacto, no se puede generalizar diciendo que la cepa que circula en Guayaquil es una y la que está en Quito es otra, porque probablemente hay diferentes en cada sitio. La única forma sería estudiar qué es lo que está pasando, porque se puede dar la falsa sensación de que tal vez la cepa que circula en Quito es menos agresiva y la gente se puede relajar.

¿Con qué equipos analizaron la cepa?

Lo que hacemos es un secuenciamiento del genoma completo, usando un secuenciador de ADN que se llama Nanopore, es un secuenciador de nueva generación.

¿Este estudio se va a publicar en revistas especializadas? ¿Están al tanto en otros países?

Sí, ya hemos subido la secuencia en la base mundial de datos, se denomina banco de genes. La cepa ya está siendo analizada a nivel planetario. De hecho se han subido ya 3 800 secuencias de todo el mundo hasta ahora. Esta es la primera cepa de Ecuador que se publica y esperamos alimentar con algunas más a esta base. Para su publicación como artículo científico aguardamos las regulaciones del Ministerio de Salud para divulgar estudios relacionados.

¿Qué especialidad tienen quienes secuenciaron esta cepa?

Es un equipo multidisciplinar: virólogos, genéticos microbianos, médicos, biólogos moleculares. Personalmente soy médico y hago genómica de microbios, ejerzo como profesor de la Universidad San Francisco de Quito.