China pone énfasis en explorar el espacio

Foto enviada por el ‘rover’ chino Zhurong en sus primeros pasos. Foto: Cortesía Anec

Desde esta semana, la nave espacial Shenzhou 12, creada por el China Aerospace Science and Technology Group, y el cohete Long March 2 F-Yao 12 ya se encuentran en la plataforma de despegue para la que será la primera misión tripulada de China hacia la estación Tianhe. Este es el primer módulo habitable que este país puso en órbita y al que llegarán, en los próximos meses, los tres astronautas que iniciarán una nueva etapa en la investigación de esta nación.

En el último decenio, China ha realizado varias misiones espaciales exitosas para la exploración de la Luna y Marte, así como el engranaje de su sistema de satélites y telescopios para explorar el universo y abrirse campo en el descubrimiento de nuevas fronteras más allá de la Tierra.

El módulo central de Tianhe fue lanzado a finales de abril de este año. Por el momento solo es habitable para tres astronautas, quienes en la primera misión hacia el sitio deberán comprobar el funcionamiento total de los instrumentos de navegación, la asistencia vital, los equipos de acoplamiento de nuevas estructuras y las operaciones fundamentales de la estación.

Hasta el 2022 se han planificado 11 lanzamientos desde China para que empiecen a operar dos módulos más, además de tener previstas cuatro misiones con tripulación humana para que, hacia el 2023, esta estación espacial entre esté completamente operativa.

Además de las exploraciones que realizará China con su propia instrumentación, la nueva estación espacial servirá, a mediados de esta década, como un nuevo centro de intercambio tecnológico alrededor de la Tierra. En efecto, la Tianhe ha sido creada con un lenguaje de programación que se adapta a los sistemas rusos, una de las naciones con mayor trayectoria fuera del planeta.

Junto al objetivo de establecer su primera estación espacial, China también ha vuelto a poner los ojos en Marte. Pero para llegar hasta este punto ha desarrollado una amplia carrera en la Luna, donde ya tiene un vehículo de exploración en la parte menos explorada del satélite y gracias al cual ha traído varias muestras hasta la Tierra para su análisis en laboratorio. Esto fue posible gracias a la misión Chang’e 5, cuyos aparatos recolectaron dos kilogramos de suelo y rocas para su investigación.

Tras su éxito en la Luna, a donde llegó por primera vez en la década de 1970, la siguiente frontera china fue Marte. Y fue recién en este 2021 cuando se convirtió en el tercer país, tras Estados Unidos y Rusia, en llegar al planeta con uno de los más sofisticados instrumentos de exploración del momento.

Usualmente, las exploraciones a Marte se han realizado en dos etapas. En la primera se envían sondas o satélites que permiten recopilar información sobre el lugar. Luego, como ha pasado con las misiones Curiosity o Perseverence, los científicos envían vehículos o drones para hacer una exploración en tierra firme.

En el caso de China, su exploración en Marte es una de las más ambiciosas de todos los tiempos. La nación ha lanzado simultáneamente tres aparatos, los cuales están en funcionamiento al mismo tiempo compartiendo datos en tiempo real. El primero de ellos es una sonda con cámaras de alta resolución para conocer la estructura del planeta.

El segundo es un ‘lander’ que sirve como una especie de pequeño laboratorio y centro de comunicaciones para conocer el estado del tercer equipo: un ‘rover’ o vehículo de exploración espacial.

El ‘rover’ Zhurong será el encargado de realizar las primeras exploraciones sobre la superficie marciana. De hecho, este 11 de junio la Administración Nacional del Espacio de China (ANEC) publicó las primeras fotografías a color capturadas por los instrumentos de este vehículo.

Para esta misión, China ha puesto énfasis en tres elementos en específico: encontrar datos sobre agua; determinar la presencia de hielo sobre el suelo y subsuelo; hallar indicios de vida en Marte. Para completar este objetivo, el ‘rover’ cuenta con un complejo equipo de instrumentos: un analizador de partículas energéticas; otro analizador de iones y partículas neutras; dos cámaras; un radar de exploración del subsuelo. En principio, estos podrían ser completamente funcionales por tres meses y luego se haría una extensión de vida útil de piezas.

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