Carlos Gallegos :‘Tengo una visión más completa del teatro’

El actor Carlos Gallegos se presentará en Quito, Guayaquil y Cuenca desde el próximo 3 de junio. Foto: Cortesía Carlos Gallegos

Con la mirada en el pasado, el dramaturgo cuencano Carlos Gallegos estrenará en julio el monólogo ‘Solosolosolo’, que aborda la relación entre el pasado y el futuro. Él regresó al país tras ganar un premio en el Festival Le Coup de Chapeau, de Francia, país donde reside desde el 2013.
¿De qué trata el monólogo ‘Solosolosolo’?
También quisiera saber de qué se trata. Es una obra en la que retomo el silencio, como en el ‘Plush’ (obra), pero no desde el clown sino más bien desde el movimiento. El cuerpo en escena cuenta la historia, y la trama es la separación del pasado. La duda que planteo es si hay que regresar al pasado para ir al futuro o el hecho de estar atado al pasado impide avanzar.
¿Qué personaje caracterizará esa relación?
Patricio es el personaje principal, quien vive con la momia de su padre y no lo puede enterrar. Ese es todo el conflicto. Él quiere enterrarlo y no lo hace porque pesa mucho. El peso son los recuerdos, el pasado. Prácticamente el personaje los extirpa de la momia para poder enterrarlo, pero son recuerdos complejos. Es una obra que habla mucho de la familia. Voy a trabajar con Gonzalo Gonzalo, que hace la dirección actoral, Miguel Sevilla, que hizo la música de ‘Barrio Caleidoscopio’; Catalina Carrasco está a cargo de la escenografía.
Para usted, ¿qué significa el pasado?
Capaz que después de hacer unas 100 funciones de ‘Solosolosolo’ voy a saberlo, por ahora ha sido una fuente para avanzar hacia el futuro, pero también se ha convertido en un peso. Un poco lo que me pasa a mí, la experiencia ya pesa y a veces eso impide avanzar. Por eso hago ‘Solosolosolo’, para saber qué es.
Dice que la experiencia pesa, ¿en qué cambió como actor desde sus inicios?
Primero que tenía el cabello largo. Bueno, físicamente tengo menos posibilidades que cuando tenía 18 años, me canso más rápido. También porque tengo tres hijos y eso es mucho trabajo. A esa edad yo parecía inagotable, pero después, claro, el cuerpo empieza a sufrir. En la ‘Vuelta al Mundo en 80 meses’ cargué una mochila de unos 20 kilos durante siete años. Poco a poco me di cuenta de que eso afecta, pero he ganado sutilidad en otras cosas.
¿Cuáles, por ejemplo?
Las pausas o los silencios y tengo más visión del teatro global que cuando tenía 18. En esa época en escena estaba solo el actor, pero ahora está el dramaturgo, el profesor, el productor… Al inicio me enfocaba en algo, que por un lado me impedía ver los otros elementos del teatro. Ahora, cuando estoy en escena sí siento eso, pero estoy muy pendiente del ritmo, de la luz, de la música. Es difícil conseguir un equilibrio.
¿Qué lo trajo de regreso?
El montaje de ‘Solosolosolo’ lo quise hacer acá porque tengo relación con el equipo que trabajó en ‘Barrio Caleidoscopio’. Además, es más barato crear en Ecuador y luego llevar la obra a Francia. Y con mi esposa tenemos un proyecto para crear una obra de danza y teatro con la compañía de Danza de la Universidad de Cuenca, que se presentará el 22 de julio. También habrá nuevas funciones de ‘Barrio Caleidoscopio’ en Cuenca, Guayaquil y Quito. Y en julio estrenamos ‘Solosolosolo’ en Guayaquil.
¿Piensa en el relevo, con la experiencia lograda?
Tengo 32 años de edad y 20 dedicados a la actuación. Desde que nació mi primera hija siento la muerte muy cerca, pero de una forma muy bella, como que es el momento de dar un paso a otros.