Un verdadero estilo de vida saludable se logra solo con ejercicio y un plan de alimentación nutritivo y equilibrado. Sin embargo, existen iniciativas seguras en el mercado nacional, que potencian el esfuerzo y la dedicación. A una de ellas se la conoce como electroestimulación. Esta propuesta llegó al país hace cinco años, aproximadamente.
En ese tiempo, las personas utilizaban un chaleco conectado a una máquina por medio de unos cables e iniciaban una rutina de ejercicios, programada con anticipación por un entrenador personal. A través de esa conexión recibían pequeños estímulos eléctricos, similares a ligeros cosquilleos.
La iniciativa actual mantiene ese principio: ‘despertar’ los músculos desde la fibra más profunda. La gran diferencia es que ahora las personas pueden activarse en el parque o dentro de casa, pues los cables fueron sustituidos por una fuente de poder que dura hasta ocho horas. La adaptación está atada a la llegada del covid-19.
Se trata de una alternativa válida, apunta el fisioterapeuta Juan Escudero, mientras se respeten las indicaciones de los fabricantes. Su uso está contraindicado para las personas con marcapasos o que poseen clavos o placas metálicas.
A la gente con implantes mamarios, por ejemplo, se le sugiere evitar la electroestimulación en esa parte del cuerpo.
Con los estímulos, los músculos se tornan más fuertes y mucho más resistentes cuando se añaden rutinas de ejercicios. Para trabajar piernas se recurre, con frecuencia, a las tradicionales sentadillas, a las tijeras o a los saltos. Se trata de movimientos completos y bastante efectivos.
Cada encuentro dura 20 minutos. En ese tiempo se activan hasta 300 músculos. Luego de la práctica, afirma Ana María Abad, de Pulsa Fit, se queman hasta 2 000 calorías. “Tu cuerpo está quemando calorías constantemente, durante todo el día”, dice. Por ese desgaste, se sugieren tres clases a la semana.
Las clases están guiadas por un entrenador profesional, quien diseña los circuitos en función de las necesidades de cada persona. Ese trabajo está relacionado con los programas que contempla esta propuesta fitness: para bajar de peso, para reducir medidas, para tonificar músculos y más. En función de eso -explica Abad- se regula la intensidad de las descargas: vamos del 20% al 100%.
Mateo Landívar optó por esta alternativa para recuperar su peso ideal, alterado por el confinamiento, porque solo requiere de 20 minutos al día. Se entrena con electroestimulación dos veces a la semana. “Me resulta espectacular porque además mantengo una guía nutricional”, cuenta.