Domingo 15 de agosto. William Delgado (42 años) culminaba la jornada de entrega de equipos de limpieza cuando perdió el control de su carro. Se salió de la pista y el vehículo que conducía cayó unos 35 metros, en una carretera de Manta (Manabí).Durante 17 días, Delgado pasó por dos hospitales: estuvo 9 días en uno del Ministerio de Salud Pública (MSP) y 8 en otro del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). En el primero prácticamente lo desahuciaron, recuerda su esposa, María Isabel Mera; en el segundo, sugirieron su traslado a Guayaquil, por falta de especialistas y medicamentos. En este último, la familia del accidentado gastó cerca de USD 500 diarios en medicinas y exámenes, según dijo Mera.
En Guayaquil fue atendido en el programa de convenios que la Seguridad Social tiene con clínicas y hospitales privados. Ingresó al Omnihospital el pasado 3 de septiembre con diagnóstico reservado, donde aún se recupera. Allí, la familia del paciente no ha necesitado pagar monto alguno.
“Llegó con una sepsis multifractural en sus costales, es decir, con su cuerpo totalmente contaminado; con inestabilidad aerodinámica y en shock”, explicó Over Vera Montecel, coordinador médico del privado Omnihospital.
En el momento del accidente, Delgado registraba 4 años y tres meses de afiliación; pero su esposa se pregunta ¿qué pasaría si era ella la accidentada y no contaba con la cobertura del IESS?
El IESS aprobó mecanismos que permitirán ampliar la atención en salud y cubrir sus deficiencias. Para los afiliados, la atención en unidades privadas ha sido satisfactoria, pero Fausto Heredia, subdirector regional del IESS en Guayaquil, indicó que la siguiente fase es aumentar el número de beneficiarios.
Desde 1 de julio de 2009, por ejemplo, el IESS permite la atención de salud a los hijos de los afiliados de hasta 6 años. Está en trámite la aprobación de la reforma para que los hijos de los afiliados de hasta 18 años también tengan cobertura en el Seguro Social.
La semana anterior, en cambio, la institución aprobó un reglamento para integrar voluntariamente a las esposas (os) de los afiliados y brindar servicio de salud.
Con esto ahora el afiliado tiene la posibilidad de aceptar que se le descuente el 3,41% de su salario, adicional al 9,35% que actualmente se merma para resto de las prestaciones que da el Seguro.
Siete de diez afiliados consultados en la sala de espera del Dispensario Norte del IESS, en Guayaquil, dijeron que sí aceptarían un descuento adicional para asegurar a su esposa (so).
Pero cinco de ellos condicionaron su decisión a que se mejore el servicio de atención. Las críticas van desde la lenta asignación de una cita médica ambulatoria a través del call center, y la falta de la medicina gratuita.
Estas citas generalmente se otorgan en hospitales y dispensarios del IESS. Solo si allí carecen de una especialidad, la entidad aplica el traslado de los pacientes a la red de clínicas del convenio.
Hugo Donoso, de 76 años, dijo que hace tres meses intentó concretar una cita médica en el área de oftalmología a través del 1800 1000000, pero no obtuvo respuesta. Ante ello, decidió acudir el pasado jueves al dispensario para recibir atención, donde sí la consiguió. Si ello se mejora, dijo que el plan para asegurar a cónyuges tendría mucha aceptación.
Pero luego de lo vivido con su esposo, María Isabel Mera no duda en decir que la cobertura a los cón yuges resulta beneficiosa, siempre que se mantengan los convenios con las clínicas privadas. En su siquis se mantiene la mala experiencia en el hospital del IESS.
El director del IESS en Guayas, Agustín Ortiz, estima que en el grupo de cónyuges se podría aglutinar a mínimo 80 000 nuevos afiliados en la provincia. El 21,5% está integrado por amas de casa. Este segmento aportaría ingresos anuales de USD 16 millones, considerando que la media del salario de los afiliados es de USD 500.
La atención es para 3 grupos
En 15 meses, el Directorio aprobó resoluciones para acaparar a tres grupos que no recibían la atención de salud.
Primero fueron considerados los hijos de los afiliados de hasta 6 años. Esta semana, el IESS firmó un convenio con el Hospital Pediátrico Roberto Gilbert Elizalde, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG), para que allí se atiendan a los menores en alguna especialidad médica.
Antes solo tenían cobertura los niños de hasta un año si la madre estaba afiliada, pero si el padre era quien gozaba el beneficio su vástago no calificaba para ello.
Ahora, los hijos de hasta 18 años de edad de afiliados y afiliadas, podrán ser atendidos en las unidades médicas del IESS.
A través de la Resolución N° CD 334, el Consejo Directivo aprobó la afiliación voluntaria de cónyuges. El objetivo, según Agustín Ortiz, director provincial, es lograr la universalización de la salud que establece la Constitución.
Un cuarto grupo fue considerado para recibir una pensión. Se trata de los esposos de afiliadas al IESS que queden viudos: ellos recibirán la pensión de viudez, que era exclusivo para las mujeres.
Fausto Heredia, subdirector regional de Salud del IESS en Guayaquil, indicó que el Hospital Teodoro Maldonado Carbo atiende a cerca de 25 000 pacientes mensuales en consulta externa; el Centro de Atención Sur Valdivia a 15 000; el Dispensario Norte, a 13 000; el Dispensario 31, a 12 000; el Dispensario Central, a 10 000 y el Dispensario Letamendi, a 8 000 pacientes.
A través del call center, el Hospital Luis Vernaza de la JBG atendió a 30 000 pacientes del 17 de mayo hasta el 26 de octubre. “Son atenciones que no hubiésemos podido ofrecer en nuestros centros. Sí tenemos cómo dar atención oportuna”, dijo Heredia ante la inquietud de los afiliados de si recibirán atención rápida.