Billie Eilish, Nicki Minaj y Camila Cabello, entre 200 artistas, firmaron una carta en 2024 en contra del uso de la Inteligencia Artificial (IA) para generar música y voces. Argumentaron que es una amenaza para la creatividad y la originalidad en la música, y podría incluso reemplazar a los artistas humanos.
En el ámbito musical urbano, el cantante Bad Bunny se mostró en contra del uso de su voz en una canción creada con IA sin su permiso en 2023. La popularización en 2023 de una canción falsa de Drake y The Weeknd generada con IA puso de relieve la posibilidad de suplantación de artistas.
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En mayo de 2024 otra voz cuestiona la ética de la Inteligencia Artificial. Te contamos a continuación.
¿Qué pasó esta vez con la IA?
Esta vez fue el turno de la actriz Scarlett Johansson. Criticó a OpenAI por usar una voz que suena como la suya en el sistema “Sky” que presentó la nueva versión de ChatGPT-4 la semana pasada.
Johansson alega que OpenAI usó su voz sin su consentimiento. Cuando la escuchó se sorprendió y enojó.
Frente al tema, la actriz contrató un asesor legal. Los abogados de Johansson enviaron dos cartas a OpenAI, exigiendo que se eliminara la voz de “Sky”.
La compañía accedió a regañadientes y actualmente está “trabajando para pausar el uso de Sky mientras se abordan las preocupaciones”.
La actriz Scarlett Johansson en una escena de ‘Viuda Negra’. Foto: IMDBOpenAI niega haber usado la voz de Johansson intencionalmente
OpenAI negó las acusaciones de Johansson. Dijo que la voz de “Sky” no es una imitación de la actriz y que pertenece a una actriz profesional diferente.
La controversia entre Johansson y OpenAI plantea interrogantes sobre la ética del uso de la voz y la imagen de las personas en la inteligencia artificial.
A medida que la tecnología de IA continúa desarrollándose, es importante establecer pautas claras para proteger los derechos individuales y evitar el uso indebido de la información personal.
Se espera que la legislación aborde el uso de la IA
Johansson ha pedido una mayor transparencia y legislación adecuada para proteger los derechos individuales en la era de la IA. “En una época en la que todos estamos lidiando con los deepfakes y la protección de nuestra propia imagen, nuestro propio trabajo, nuestras propias identidades”, dijo.
El caso de Johansson es un hito importante en el debate sobre la ética de la IA. El resultado de este caso podría tener un impacto significativo en el desarrollo futuro de la tecnología y en la forma en que se utiliza la IA en la sociedad.