Los sorbetes de papel, metal, vidrio y acero son algunas de las alternativas para evitar el uso de los plásticos, que están prohibidos en Quito
Desde brillantes galas veganas hasta trajes reciclados en las alfombras rojas: Hollywood ha intensificado sus esfuerzos en esta temporada de premios para reducir su huella de carbono.
Zero Waste es un término anglosajón que quiere decir “cero residuos” y que apela a un estilo de vida consciente de lo que se consume. Este movimiento nació entre grupos preocupados por el ambiente y poco a poco se está filtrando hacia sectores mayoritarios. Para este 2019 se prevé que el Zero Waste sea una de las premisas del diseño y creación de diversos productos.
Una red francesa de tiendas ecológicas inauguró hoy, 3 de noviembre de 2015, en París el primer supermercado totalmente libre de envases, con motivo de la Cumbre del Clima de París (COP21) que comienza a finales de mes.
Algunos son grandes, otros pequeños; son coloridos y ninguno se repite. Se trata de los ‘monstruocos’, juguetes hechos con botellas plásticas recicladas y tela, una de las artesanías estrella del colectivo Nosotros Unimos Manos por el Ambiente (NUMA).
Macetas, floreros, bancas, sillones, espejos, repisas, adornos para la sala, los dormitorios, el baño y la oficia son algunos de los objetos que se puede obtener con el reciclaje de los implementos deportivos que ya no se usa.
El 95% de componentes de una computadora se puede reciclar. Entre estos están: el disco duro, la memoria, la tarjeta madre y su alambrado de oro y plata. El mismo porcentaje también puede ser reutilizado de aparatos eléctricos y electrónicos.
El reciclaje, en el sentido de la reutilización de productos viejos, rotos, obsoletos e inservibles no es una invención reciente ni un producto de la industrialización, uno de cuyos efectos negativos es la producción excesiva de desechos.