La epidemia de cáncer en los países pobres y de ingresos medios es cada día más grave y requiere de una movilización internacional para enfrentarla, afirmaron el lunes responsables de las principales organizaciones mundiales de cancerología.
Los responsables llamaron al presidente estadounidense Barack Obama y a otros dirigentes del mundo a actuar frente a este tema de manera concreta durante la próxima reunión de Naciones Unidas en setiembre, consagrada a las enfermedades no transmisibles, de las cuales el cáncer es la más numerosa.
La anterior -y única- reunión de la ONU de este tipo se realizó en 2001 y se ocupó del sida.
La conferencia de setiembre “representa una ocasión muy importante para poner el cáncer a la orden del día mundial”, declaró Allen Lichter, director general de la American Association of Clinical Oncology (ASCO) durante la conferencia anual número 47 de esa organización, que reúne a más de 30 000 especialistas e investigadores desde el sábado en Chicago. Se trata del coloquio de cancerología mundial más importante.
El llamado dirigido este lunes al presidente Obama fue suscrito por las mayores organizaciones sanitarias de Estados Unidos, que representan a unos 300 000 profesionales de la salud de todo el país, según la ASCO.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el cáncer mata cada año en el mundo a unos 7,6 millones de personas, más que el sida, el paludismo y la tuberculosis reunidos.
La OMS consigna igualmente que la frecuencia de casos de cáncer continuará creciendo en el planeta en los próximos 20 años, pasando de 12,7 millones al año en 2008 a más de 20 millones en 2030, la mayoría en los países pobres y de ingresos medios, que superarán en este plano a los países ricos hacia 2015. Ya los habían superado en los niveles de mortalidad.
La urbanización creciente, los cambios de hábitos alimentarios, el aumento del tabaquismo y de la polución ambiental están entre las causas del crecimiento de la incidencia de cáncer en los países pobres, señala la ASCO.