Fue una ceremonia masiva. La semana pasada se despidió el comandante de la Policía, general Rodrigo Suárez. Allí se habló de que "ha finalizado una etapa de consolidación, cambios, esfuerzos y grandes resultados mediante el nuevo modelo de gestión comunitaria".
Un grave error de cálculo comete el Gobierno si cree que los múltiples y sucesivos ofrecimientos de indulto a los opositores sentenciados por la justicia proyectan magnanimidad, desprendimiento o afán de reconciliación. Al contrario, cualquier ciudadano con un mínimo de criterio político descubrirá en estas proposiciones mucho remordimiento. Y también temor.
Los abogados de los policías procesados por presunto intento de asesinato al presidente, Rafael Correa, esperaban ayer, 2 de septiembre, su respuesta para hablar sobre el 30-S. El tema central: un posible indulto.
Las decisiones se tomaron ayer, 1 de septiembre. Solo uno de los seis policías procesados por presunto intento de asesinato al presidente, Rafael Correa, se acogerá al indulto por los hechos del 30 de septiembre.
La situación de los seis policías condenados a 12 años de cárcel por el 30-S dio un giro el fin de semana.
La insinuación del presidente Rafael Correa sobre un indulto a los seis condenados por supuesto magnicidio se está deliberando. Durante el último enlace semanal, el Mandatario sostuvo que “podríamos pensar” en esa posibilidad.
En poco más de 30 días se cumplen cuatro años de la rebelión policial del 30 de septiembre del 2010. 48 meses después, los procesos judiciales contra policías, militares y civiles continúan en juzgados, tribunales penales, o en la Corte Nacional de Justicia.
Hay temas que nuestra sociedad, cada día más acostumbrada al silencio y la sumisión, trata de olvidar. Hay temor. Los acontecimientos del 30 de septiembre de 2010, en aras de la creación de un mito, no han sido analizados. El contenido del decreto ejecutivo que conformó la comisión para ‘investigarlos’ no ha sido -ni será- debatido. Con el pretexto de la “cooperación de la Función Ejecutiva” (¿la cooperación se impone?) y del fracaso de la Función Judicial, que “aún no ha logrado esclarecer la totalidad de los hechos acontecidos” (¿hay hechos que no acontecen?), ¿fue procedente integrar una comisión para sustituir a la Fiscalía en el ejercicio de una de sus tareas privativas, destruyendo su independencia consagrada en la Constitución?
La exasambleísta Mery Zamora acudirá el 27 de mayo a la Corte Nacional de Justicia a la audiencia de casación para apelar la sentencia dictaminada en su contra. Foto: Archivo EL COMERCIO
Para mañana está prevista la audiencia para resolver el recurso de casación interpuesto por la defensa de Mery Zamora. Ella mantiene un juicio por presunto sabotaje y terrorismo.
La Corte de Justicia de Pichincha ratificó hoy, viernes 16 de mayo de 2014, la sentencia de cuatro años de prisión para seis de los implicados en la supuesta destrucción de bienes del canal pública EcuadorTV, durante la revuelta policial del 30 de septiembre del 2010.
El coronel Bolívar R. se entregó a la Justicia ayer. El policía está inculpado de supuestamente atentar contra la seguridad del Estado por la revuelta del 30 de septiembre del 2010.
La mañana de hoy, 1 de abril del 2014, el coronel Bolívar R. se entregó en las oficinas de la Judicatura de Ambato. El policía está inculpado de atentar contra la seguridad del Estado el 30 de septiembre del 2010, más conocido como 30-S. El coronel tenía previsto acudir al Comando de Policía de Tungurahua, a las 10:00. Sin embargo se comunicó con su abogado, Ramiro Román, y decidió entregarse ante Nancy Redrobán, jueza de lo penal de la provincia. Estuvo acompañado de su familia. Según indicó, el ser un hombre de bien y un oficial de honor, llegó para dar la cara. “Cuatro años después me imputan un delito que no he cometido. Confío en la justicia y la Fiscalía que ya están efectuando las investigaciones del caso. Sé que al final, se demostrará mi inocencia”, dijo Ruiz antes de ingresar al Juzgado. El 30 de septiembre del 2010, en Ecuador, los policías se tomaron las calles para exigir la derogatoria de la Ley de Servicio Público porque, según ellos, eliminaba bonificaciones por ascenso
La defensa del mayor Fidel Araujo pedirá la ampliación y aclaración de la sentencia que condenó al oficial retirado a tres años de prisión correccional.
El Quinto Tribunal de Garantías Penales de Pichincha impuso la pena de tres años de prisión al mayor retirado, Fidel Araujo. Él fue acusado del supuesto delito de incitación a la rebelión, durante la revuelta policial del 30 de septiembre del 2010.
El sargento del Ejército en servicio pasivo, Fabián Arcos, acusado por el presidente Rafael Correa de ser el presunto instigador de la revuelta del 30 de septiembre del 2010, aseguró que regresará a Ecuador esta semana para entregarse a las autoridades, informó el canal de televisión Ecuavisa.
De la insensatez de la censura de un libro y su consecuente publicidad gratuita, a la foto de la Megan y las memorias del 30 de Septiembre. De la decisión de declarar de interés nacional la explotación petrolera en el Yasuní, a las manos sucias de Chevron. De las lealtades y obediencias partidistas, que incluye tragarse sapos y colgar la toalla de las reivindicaciones mínimas, a los trinos lanzados al espacio virtual que se convierten en gran titular de un par de días. A esto le suele seguir una serie de trinos más de una miope oposición a la que parece que le gusta el juego.
Festejar el nacimiento de un niño es hermoso, pero asociarlo con el 30S es penoso, ya que lo que vimos los ecuatorianos fue a un Presidente convaleciente de una operación desafiando a un grupo de policías insubordinados, abriéndose la camisa y pidiendo que le maten. Más tarde veíamos la batalla campal en las inmediaciones del Hospital Metropolitano y el de la Policía sin respetar nada ni a nadie, imágenes que dieron la vuelta al mundo.Por promesas no cumplidas, ahora en cambio vemos a un pequeño vacunado para que goce de una vida sana: un pinchazo, una gota de sangre y una bandita. Esperemos que cuando el 30S caiga en el olvido, la selva amazónica se haya desangrado y la naturaleza nos pase la factura a todos los ecuatorianos y estos niños tengan ya su criterio formado, se den cuenta que fueron utilizados para conmemorar acontecimientos tristemente célebres.
Lo que en criterio del presidente debe sellarse con el "nunca, jamás", así debe ser. Después de aquello, simplemente se debe acatar.
Nada ni nadie puede devolver los fallecidos a sus familias. Los acontecimientos ocurridos un día como hoy, hace tres años, son episodios tristes de la vida nacional que no debemos repetir y es preferible procesar, si de verdad se quiere evitar inútiles polarizaciones.