El coronel Bolívar R. se entregó a la Justicia ayer. El policía está inculpado de supuestamente atentar contra la seguridad del Estado por la revuelta del 30 de septiembre del 2010.
El uniformado tenía previsto acudir al Comando de la Policía de Tungurahua, a las 10:00. Sin embargo, se comunicó con su abogado, Ramiro Román, y decidió entregarse ante Nancy Redrobán, jueza de Garantías Penales de la provincia. Estuvo acompañado de su familia.
“Cuatro años después me imputan un delito que no he cometido. Confío en la justicia y la Fiscalía que ya están efectuando las investigaciones del caso. Sé que se demostrará mi inocencia”, dijo Bolívar R. antes de ser detenido.
El 30 de septiembre del 2010, los policías se tomaron las calles para exigir la derogatoria de la Ley de Servicio Público porque, según ellos, eliminaba bonificaciones por ascensos y condecoraciones. La manifestación se inició en el Regimiento Quito.
El oficial, quien se desempeñaba como Comandante de la Zona, explicó que la noche del 30-S salió para impedir que sus compañeros (policías) obstaculizaran las vías.
“Esa noche no hubo enfrentamientos ni altercados. Logramos habilitar los caminos. De hecho los camiones con militares llegaron a Quito y cumplieron su cometido. Al único que le están imputando la culpa es a mí pero saldré de esto con la frente en alto”, dijo.
Su abogado explicó que en la información que consta en el expediente que maneja la Fiscalía está clara la inocencia de su defendido.
Bolívar R., quien está en servicio activo, trabajaba en la Dirección de Operaciones.