De las redes sociales y sus dilemas
De un tiempo acá, el tema de las redes sociales y sus dilemas ha logrado la atención de diversos foros sociales e intelectuales. El enfoque ético-social ha sido el de mayor debate, pero muy poco se ha referido a lo económico. Sobre lo económico ya hay algún recorrido y está ligado mayormente a las normas antimonopolio. En la UE y en los EE.UU. ya tienen su tiempo las denuncias, investigaciones y sanciones a estas grandes empresas de las redes sociales, recién la CAN se ha sumado a esta batalla.
La denuncia en trámite ante la CAN versa sobre eventuales prácticas de abuso de poder de mercado de redes sociales, buscadores y plataformas en el presunto aprovechamiento de la información comercial de sus usuarios -obtenida desde sus respectivos sitios- para lucrar por medio de sus acciones publicitarias en línea. La denuncia asume que estas empresas actuarían simultáneamente como encuestadoras y medios, aprovechándose de la información de terceros (sus usuarios) a título gratuito para ellos usarlo en beneficio propio con publicidad en línea que comercializan.
Para efectos de analizar este caso, imaginemos uno hipotético: El de una encuestadora y el de un medio de comunicación convencional, ambos con poder de mercado. La encuestadora vende un servicio al medio en el cual periódicamente le indica como hacer sus anuncios publicitarios con gran precisión. La encuestadora incurre en costos para recolectar la mayor información posible de terceras personas. Regularmente, las personas al ser encuestadas por cualquier empresa de este tipo no perciben ingresos por responder, pero sí son conscientes de que están siendo encuestados. Como este servicio tiene un precio, y por ende ingresos, la encuestadora ganará la diferencia entre los ingresos y sus costos. De la misma forma ocurrirá con el medio de comunicación, en donde la encuesta contratada es parte de sus costos y gastos.
Este caso hipotético representa muy bien al caso real, y honestamente, no logro recordar alguna situación en la que una encuestadora o un medio -independiente o conjuntamente- hubieren sido sancionados por la práctica que hoy se presume comenten estas tres grandes empresas. Sin embargo, entre el caso hipotético -la encuestadora y el medio- y el de la vida real - esas redes y plataformas-, sí existe un aspecto que pude marcar una gran diferencia: La conciencia de encuestado.
¿Son conscientes los usuarios de estas tres grandes empresas que asumen un continuo y permanente rol de encuestados cuando hacen uso de sus respectivas plataformas?
Si la respuesta fuese un no rotundo, entonces lo que sí podría presumirse sería de la existencia de una práctica desleal por el cometimiento de actos de engaño o de una por influencia indebida a través del aprovechamiento de la debilidad o desconocimiento del consumidor.