“…aquellos que busquen atraparme en viejos esquemas, fracasarán, soy un hombre libre, libre de prejuicios…”*Daniel Noboa A. El discurso de posesión del presidente Noboa fue corto y claro, alejado de los acartonados y largos discursos; expuesto con seguridad, moderada firmeza y serenidad; quizás un tanto opacado por la capacidad oratoria manifestada en el lúcido y brioso discurso de Kronfle, en el que, de manera elegante, no le dejó bien parado y sin posibilidad de respuesta al poco aplaudido al salir del recinto expresidente Lasso; distanciamiento que se evidenció en el distante saludo y, en la forzada y áspera despedida ente éste y Kronfle.
Los ejes del discurso de Noboa fueron la renovación, atacar la violencia y la miseria, utilizando para el efecto la fuerza de la juventud y el motor de la Libertad.
En cuanto al primer punto, y en base a su discurso, su gobierno se caracterizaría por una visión renovada, de cambio con sentido de urgencia; consciente que aquellos que ven a la política desde los extremos, no tienen apoyo popular consecuentemente es de suponer que, si su intención fuera participar en la reelección, su premisa sería la apertura; un gobierno alejado de las viejas ideologías, rompiendo con el ciclo de la revancha, y en consecuencia manifestó que él no es un anti nada, sino, un pro ecuador, indicando que los anti tienen un techo, y los pro son infinitos; probablemente inspirándose en la gran líder Madre Teresa de Calcuta, Premio Nobel de la Paz , Medalla Presidencial de la Libertad, y un potente etc., quien con sabiduría sostenía que, nunca le llamen para algo “en contra de”, sino “a favor de”. En lo político, en conclusión, se perfilaría un gobierno alejado de las viejas prácticas, enfocado en construir y no en perseguir; distante y diferente de viejos paradigmas políticos e ideológicos.
En cuanto a la forma de combatir la violencia, sería atacando la desocupación, viendo al trabajo como una válida herramienta para enfrentarla, tanto como a la miseria. Debemos colegir que, con prioridad, presentará a la asamblea proyectos de ley en tal sentido, probablemente con el carácter de urgente; sin embargo, no amplió ni anticipó la manera de enfrentar la inseguridad del día a día que, sin duda azota al país.
Sus herramientas serían las razones de su éxito, esto es la juventud, disciplina, audacia, poner el corazón; apoyado por un gabinete de tinte novedoso, compuesto por ministros jóvenes y diversos, en concordancia con un Ecuador diverso e inclusivo.
Varias veces se refirió – en buena hora – a la Libertad, lo cual deja ver que cree y respeta a uno de los bienes más importantes que tiene el ser humano, como impulsor y fuente del desarrollo; lo cual volvería a ser una costumbre y no una excepción, supo indicar refiriéndose al progreso.
Un discurso corto (poco más de 7 minutos en su parte medular), pragmático y diferente, en consistencia con el pensamiento del joven presidente y con el tiempo de su mandato, y con el pragmatismo de los acuerdos previos que se habrían alcanzado, lo cual hace suponer que los proyectos de ley tendrían apertura en la Asamblea.
Daniel Noboa A. uno de los presidentes más jóvenes de la historia republicana, solamente superado por Juan José Flores, que nacionalizado ecuatoriano llegó a la presidencia, en su primer mandato, a la temprana edad de treinta años, nombrado por la Asamblea Constituyente de Riobamba de 1.830.