Los invito a un viaje de la imaginación, un viaje que nos llevará a las estrellas… o tal vez no.
Desde que Julio Verne nos hizo soñar con un viaje a la luna, o tal vez antes, el humano ha soñado con viajar a las estrellas. Pero a pesar de que Star Wars y Star Trek popularizaron la idea de que podríamos ser una civilización interestelar, es importante de poner los pies en la Tierra.
Tristemente, mientras magnates de Silicon Valley nos distraen con sueños de “terraformar” Marte, estamos “marsificando” la Tierra. Y no en el buen sentido. No estamos hablando de hacer crecer papas como Matt Damon en “The Martian”. Estamos hablando de la deforestación, la contaminación y el cambio climático. Mientras soñamos con el espacio, estamos convirtiendo nuestro hogar en un lugar cada vez menos habitable.
A pesar de esto, algunos visionarios nos siguen vendiendo la idea de que podemos ser intergalácticos. Pero prepárense para un balde de agua fría: las distancias en el espacio son demasiado inmensas hasta para la imaginación. Hagamos el experimento, en un modelo galáctico casero. Imagina que cada metro representa la distancia entre la Tierra y el Sol. Pero si quisiéramos llegar a Proxima Centauri, la estrella más cercana a nosotros, estaría a más de 320km en nuestro modelo a escala del vecindario cósmico. Esto es casi la distancia entre Quito y Machala.
Hemos logrado algunos hitos tecnológicos impresionantes: hemos enviado sondas más allá del Sistema Solar y hemos aterrizado rovers en Marte. Pero la realidad es que la tecnología necesaria para un viaje interestelar sostenido está más allá de nuestras capacidades actuales y de cualquier proyección razonable para las próximas generaciones.
Hablemos de la sonda Voyager 1, que se lanzó en 1977 y actualmente se encuentra en el espacio interestelar. Es el objeto hecho por el humano que más lejos ha llegado y después de casi 50 años acelerando viaja a una velocidad de 16.9 km/s. Si quisiera llegar a Proxima Centauri, le tomaría aproximadamente 75,390 años. Eso es más tiempo del que ha existido toda la civilización humana.
Entonces, ¿qué deberíamos hacer? Bueno, tal vez deberíamos poner los pies en la tierra o bajar la cabeza de la luna y centrarnos en resolver los problemas aquí en la Tierra. Si no podemos manejar nuestros propios problemas sociales y ambientales, ¿cómo esperamos manejar los desafíos de una civilización interestelar. Porque si no cuidamos de nuestro hogar, puede que nunca tengamos la oportunidad de encontrar uno nuevo.
Entonces, siguiendo el consejo de Candido creo que tenemos que ir a regar nuestro jardín. Después de todo, si vamos a estar aquí por un tiempo, más vale que lo hagamos lo más agradable posible. Tenemos muchos retos por delante, y a pesar de que nos emociona explorar nuevas fronteras, no podemos perder de vista que el futuro de las próximas generaciones depende de nuestro obrar con los pies sobre la tierra.