El ‘paredazo’

El juez ecuatoriano Juan Paredes, el que dictó la sentencia “salvando el honor” del Jefe de Estado ecuatoriano, sumándole además 40 millones de dólares y simultáneamente enviando a prisión a cuatro periodistas, tarea que realizó durante un interinato de 33 horas en que analizó un expediente de 5 mil fojas, cumplió una audiencia de 8 horas y redacto un dictamen de 156 carillas, resulta que -para que a nadie le quede duda alguna es recomendado como juez por el propio abogado del demandante, esto es, del hombre que hoy detenta el poder en Ecuador.

Cómo entonces semejante “combinación” de circunstancias tan favorables al mandamás ecuatoriano no va a acaparar las páginas y los espacios de noticias internacionales a nivel mundial. Cómo tal atropello a la libertad de expresión no habría de generar las mayores protestas de las organizaciones de defensa de la libertades de prensa y de los derechos humanos y de los hombres libres el planeta.

Fue una triste misión la que ha cumplido el juez Juan Paredes. No para su prestigio personal ni como jurista, pero seguramente su actuación en esta instancia sera “un caso” recordado. Habría que llamarlo un “ paredazo” para que no le roben el mérito y la autoría, aunque si el ánimo es ser justo lo que correspondería es llamarle un “correazo”.

Tras la decisión judicial, lo primero que hizo Correa fue viajar a Cuba a festejar su hazaña con Castro y Chávez . No sé que le habrán dicho sus colegas durante el cambio de mando en Perú. Me cuesta creer que todos lo hayan felicitado por su avasallamiento a la libertad de prensa. Algunos lo habrán hecho, quizá hasta le pidieron consejo. Los que manejan “modelos parecidos”.

Quizás alguno se lo reprochó. Difícil. En estas épocas el protocolo, la diplomacia, el intercambio comercial, han pasado al frente y los valores y principios han sido muy relegados.

Pese a todo ello la batalla no está perdida y los periodistas han recurrido la decisión judicial.

Y aunque parezca increíble, también lo ha hecho Correa. Le parecen poco tres años de cárcel para los periodistas y 40 millones de dólares y quiere 6 años para aquellos y 80 millones para su bolsa. Pretende que lo consideren un demócrata, que se determine que él es respetuoso de la separación de poderes, que no es un autoritario, que no actúa con total impunidad cuando insulta a la prensa en general y a los periodistas con nombre y apellido y a él no se le puede demandar, que se dictamine además fue cierto que hubo un intento de golpe de Estado contra él, que no fue pura pantomima, que se establezca que no utilizó dineros y bienes públicos y aparato del Estado y uso y abuso de su poder para poder ganar, apenas, el último plebiscito, y que además este fue planteado legítimamente.

Confiemos en que aún haya jueces en Ecuador.

Suplementos digitales