Hace cincuenta años -salvo Colombia y Venezuela-,Sudamérica estaba gobernada por dictaduras militares. Vivíamos en plena guerra fría en la que Moscú y Washington se disputaban el mundo.
Entre 1973 y 1985 se pierde la democracia en Uruguay, ocasionándose 6.000 presos políticos de los que hasta ahora 200 son desaparecidos. El expresidente Pepe Mujica, es detenido, torturado y encerrado bajo tierra por once años, hecho que le da mayor relevancia al documento del “nunca más” a nuevos golpes de estado, suscrito por los tres expresidentes vivos y el actual mandatario Lacalle Pou.
El próximo 11 de septiembre se cumplen cincuenta años del derrocamiento de Salvador Allende en Chile, primer presidente socialista electo democráticamente, lo cual hizo que Nixon y su secretario de Estado Kissinger autorizaran financiar operaciones para socavar el proceso chileno, terminando con el Palacio de Gobierno bombardeado y el presidente suicidado. Este soporte financiero buscaba,además, desincentivar a la izquierda italiana y francesa a seguir buscando ser gobierno por la vía democrática.
Se desató una cacería de allendistas, sumando 3.216 personas ejecutadas muchas aún desaparecidas -no pocaslanzadas vivas desde helicópteros al mar-, y 38.254 sobrevivientes de prisión política y tortura, debiendo sumarse miles que tuvieron que asilarse.
Cual castillo de naipes las democracias siguieron cayendo. Asi, en marzo de 1976 es el turno de Argentina,iniciándose una dictadura que dura hasta 1983 que concluye por la derrota en la Guerra de las Malvinas.
En medio de esta orgía antidemocrática nace la Operación Cóndor que consistió en la macabra coordinación de las policías secretas de nuestros países, con el propósito de exterminar a todos quienes se opusieran a las dictaduras.
Es por todo esto, que debemos alzar nuestras voces para que “el nunca más” a los golpes de estado sea algo consustancial a la democracia.