El Ecuador no es ni queremos ser una Republiqueta o banana Republic.
Aprendí a conocer y a amar a Ecuador desde los primeros días de escuela y he tenido la oportunidad de viajar a lo largo y ancho de nuestro hermoso país.
Luego de la muerte cruzada han quedado un sinnúmero de comentarios sobre las bajas calificaciones en la opinión acerca de la asamblea y algo mejor sobre el gobierno de turno, pero estamos a un paso corto de nuevas elecciones para escoger quiénes serán las nuevas autoridades para completar el periodo.
A pesar de todos los avatares, nuestra patria, en los dos siglos de existencia, no ha podido desarrollarse pese al esfuerzo de mujeres y hombres de bien que han logrado superar amenazas externas y dificultes internas muy difíciles durante su vida republicana.
Pero una crisis como la actual, donde los individualismos pretenden imponer sus criterios al gran colectivo y no en beneficio de la mayoría sino en el de su sector y en perjuicio del desarrollo del país.
El comunismo y socialismo populista han fracasado y sus únicos logros han sido persecución, lágrimas, pobreza, emigración, violencia, crimen todo en perjuicio a la sociedad.
Es momento de defender al país para que nada ni nadie pueda destruir lo que tanto costó construir.
Debemos unirnos en un solo sentimiento de fortaleza en pro del desarrollo y seguridad de la nación, más que cuando nos ponemos la camiseta tricolor cuando juega la selección de fútbol; pues hoy estamos frente a las eliminatorias del gran campeonato de ser una nación viable con un futuro próspero, lleno de oportunidades, deberemos clasificar a la siguiente ronda… El punto de partida es armonizar las múltiples visiones y elegir un gran equipo al que todos aporten e incluso venga la inversión nacional y extranjera.
Subir de categoría IFE, tener reglas de juego estables que garanticen los resultados a largo plazo para igualar condiciones con nuestros países vecinos que reciben anualmente entre 5 y 10 veces más inversión extranjera directa, lo que permitirá crear fuentes de producción y oportunidades de empleo para todos los ecuatorianos. No podemos caer en malos dirigentes comprobados, corruptos y autoritarios que venden cuentos vacuos del populismo, que lo único que garantizan es el exilio de las actuales y futuras generaciones que pierden las esperanzas de vivir en el país que los vio nacer. Para quienes queremos ser ciudadanos libres que amamos a nuestro país es la posibilidad de pronunciarnos para motivar a nuestros conciudadanos para que elijan correctamente entre aquellos que buscan ser electos a las distintas dignidades y que tendrán la responsabilidad histórica de guiar el destino a un futuro mejor o estancarlo o aún peor llevarnos a un caos e inseguridad de terror.