Latinoamérica: urge cambiar

Latinoamérica es la región más afectada por la crisis del covid-19, según la Cepal. Estima que en 2020 el PIB cayó -7,7%, la peor crisis desde 1900; que en este año habrá un “rebote estadístico” equivalente a la mitad de lo que se perdió en 2020, y que recién en 2024 la economía regresará al tamaño de 2019. Esta caída por la pandemia se suma a la que vive la región desde mediados de la década pasada por el colapso de los precios de las materias primas. Lo que vivimos en el Ecuador, se reproduce en toda la región.

En 1970 Asia-Pacífico era una región paupérrima, pero desde entonces Corea del Sur y Taiwán entre otros países tuvieron un crecimiento acelerado y ahora son considerados desarrollados. Siguiendo ese ejemplo, China reformó su economía, y lleva décadas creciendo entre 8% y 10% anual, en ruta a convertirse en la economía más grande del mundo. Malasia y Tailandia han tenido un fuerte desarrollo. Ahora Vietnam se suma a la tendencia. Asia sobrepasa a América Latina.

Quedan detrás nuestro el convulsionado Medio Oriente y el África al sur del Sahara. Pero a pesar del rezago en la lucha contra la pandemia, la economía del África cayó solo -2,6% en 2020, y este año crecería 3,2%. A este paso, antes de la mitad del siglo, África alcanzaría a Latinoamérica.
¿Qué pasa con nuestra región? Parte del problema es que vivimos rechazando las vías probadas de crecimiento, y buscando atajos. Picardía criolla aplicada a la estrategia económica.

Adoptamos la política de sustitución de importaciones, para crecer hacia adentro en base a la protección y no tener que ser eficientes como los otros países. Los asiáticos crecieron hacia afuera.

Nos enamoramos del populismo, para el cual recibir un pago es un derecho y no la contrapartida a un servicio prestado. Argentina era uno de los países más desarrollados del mundo hasta que llegó Perón. Sus sucesores siguen en el poder, y Argentina sigue rezagándose. Perón ha tenido muchos émulos, ninguno más prominente que Chávez.

Hoy vivimos un reverdecer del populismo en la región, con victorias electorales en México, Argentina, Bolivia y el primer lugar de Arauz en la primera vuelta. En Venezuela nunca dejaron el poder, puesto que ya no hay elecciones libres. En estos comicios en Ecuador, un solo candidato ofreció un plan coherente para salir de la crisis. Solo mereció la adhesión del 20% del electorado.
La estrella de nuestra región, Chile, ahora se plantea abandonar la estrategia que le dio tanto éxito. Todo apunta que Chile regresará a la norma latinoamericana.

¿Estará gestándose, en algún país latinoamericano, una nueva generación que una vez que le toque gobernar, cambie esta triste historia y se forje una vía ganadora de desarrollo? Esa es la esperanza. Porque la generación actual pasa sin pena ni gloria.