La democracia exige responsabilidad de todos

El domingo 5 de febrero se realizarán las elecciones seccionales 2023. Se trata de unos comicios complejos en fondo y forma: se designarán alcaldes, concejales, prefectos, consejeros de participación ciudadana y, además, se deberá decír "Sí" o "No" a las 8 preguntas planteadas por el Gobierno a la ciudadanía.

Como suele ocurrir en estos casos, de todas partes llegan los llamados a ejercer el derecho al voto de manera responsable. Sin embargo, a pocos días del proceso aún llegan a los medios de comunicación preguntas de cómo saber si soy integrante de una mesa o junta receptora del voto, cómo obtener la cédula, sobre qué se votará domingo o si aún es posible cambiar el domicilio electoral, proceso este que se realizó el año pasado.

Con esos antecedentes, resulta complicado anticipar cuál será el resultado tanto en lo que tiene que ver con la elección de autoridades como con la consulta popular y referendo.

A lo anterior se junta la gran cantidad de candidatos postulados para las diferentes dignidades; esto, atomiza el voto y dificulta a los electores un acercamiento mínimo a los planes de trabajo de los aspirantes. Aquello sin contar con que la actual campaña electoral se ha desarrollado, más que nada, en redes sociales y con poca profundidad.

En suma, se tiene por un lado una ciudadanía hastiada de la política y poco interesada en ejercer de manera consciente su derecho democrático a votar. Y por el otro, candidatos sin demasiada convicción ideológica que parecen presentarse en espera de que ocurra y milagro que los lleve al triunfo o simplemente para figurar.

De esta forma, ni unos ni otros aportamos demasiado al robustecimiento de la democracia y tampoco contribuimos al ejercicio de una ciudadanía plena. Luego, seguramente, volveremos a lamentarnos por la situación del país.