Si se piensa en el primer radiotransmisor que existió en Quito, este fue fabricado a fines de la década de 1920 por un técnico alemán que vivía en la ciudad, por solicitud de los editores de diario ‘El Comercio’, que buscaban captar las señales de estaciones norteamericanas y europeas, para depender un poco menos del servicio de telégrafos al momento de acceder a las novedades mundiales, toda vez que la radio ya llevaba cerca de una década funcionando en los Estados Unidos, desde que la emisora ‘KDKA’ había evidenciado su capacidad para la rápida transmisión de información.
Según cuenta Álvaro San Félix, en su historia de la radiodifusión en Quito, la primera radio que funcionó en la ciudad fue ‘HC1DR’, instalada por el Estado en las torres de la Biblioteca Nacional, en 1929, un año más tarde empezó a emitir ‘HCJB. La Voz de los Andes’, creada por evangélicos, lo que llevó a seglares católicos a poner al aire ‘Radio El Palomar’, fundada en 1935, en Riobamba, pero cuyas transmisiones llegaban a Quito. Para 1937, dos diarios tenían sus propias emisoras: ‘El Telégrafo’, que transmitía en Quito a través de ‘HC1TQ’, y ‘El Día’, con una radio homónima, a las que un año más tarde se sumó ‘Radio Nariz del Diablo’, de la Empresa de Ferrocarriles. En esos años se fundaron también las radios ‘Bolívar’ y ‘Colón’, con noticias, música y publicidad de la ‘Empresa de Teatros y Hoteles de Quito’. Y en 1940 se puso al aire ‘Radio Quito’.
Como se puede notar, en poco más de una década se crearon gran cantidad de emisoras en la ciudad, en parte impulsadas por el Decreto Ejecutivo del jefe supremo del gobierno, Federico Páez, que concedió libertad a las empresas periodísticas para instalar estaciones radiales. No obstante, la adquisición de los aparatos de recepción fue más lenta, pues según un testigo de la época, en los años 40 solo existían unos 700 receptores en Quito, de manera que quienes tenían uno invitaban a dos o tres familias a escuchar la radio.