Haití: qué inversiones priorizar

Bjorn Lomborg

Haití tiene necesidades profundas casi en todo: los problemas de salud incluyen las tasas más altas de mortalidad infantil, de menores de cinco años y materna en el hemisferio occidental; las carreteras están mal mantenidas; el acceso a la educación es bajo, especialmente para las niñas y los niños de las zonas rurales. El sistema judicial está tan quebrado que muchos esperan en prisión durante años sin juicio.

Un donante internacional importante, el gobierno canadiense, retiró recientemente parte de su financiamiento: la “fatiga” del donante fue adjudicada a la corrupción y a la disfunción haitiana. Sin embargo, Canadá ha apoyado un proyecto diseñado para examinar diferentes maneras de hacer que el dinero gastado en Haití rinda más - ya sea por gobiernos extranjeros, filántropos o por Haití misma, que tiene un presupuesto anual de USD 2 mil millones. El proyecto, denominado Haití Priorise fue dirigido por mi grupo de expertos, el Copenhagen Consensus, para generar datos sobre la manera de aumentar la prosperidad y la salud. El objetivo es la inspiración para el diseño de nuevas políticas.

Los investigadores estudiaron propuestas tan diversas como la vinculación de los agricultores al mercado internacional del carbono, la creación de sistemas de alerta contra inundaciones, la ampliación de la red de asistencia jurídica, la creación de una política de licencia paterna remunerada para incorporar a más mujeres a la fuerza de trabajo formal, y enseñarle a los niños en su lengua materna Criollo haitiano en lugar de francés. Todas las ideas provienen de la sociedad civil haitiana y de expertos del sector.

El acceso a la estimulación educativa a una edad muy temprana puede crear las condiciones para el éxito de los adultos. Cada dólar gastado en la educación de la primera infancia generaría reembolsos a la sociedad por un valor de USD 14. Además de aumentar los ingresos futuros, la educación de la primera infancia puede reducir las posibilidades de encarcelamiento y reducir el impacto de las deficiencias nutricionales.

El panel también respaldó la inversión para reducir el flagelo “oculto” de la deficiencia de micronutrientes. El gasto de alrededor de 5 millones de dólares en diez años para fortificar el 95% de la harina de trigo con hierro y ácido fólico evitaría anualmente 140 defectos en el tubo neural y más de 250.000 casos de anemia. El presidente haitiano estaba tan impresionado que se ha comprometido a asegurarse de que la fortificación suceda.

Muchas personas sugieren que la mayor barrera económica de Haití es la falta de electricidad confiable. El Copenhagen Consensus trabaja con los ministerios haitianos y el gobierno para avanzar en soluciones.

(*) Escritor y director del Copenhagen Consensus Center.

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