El proyecto de ley tributaria rendirá una débil y transitoria liquidez, pero al no tocar los problemas de fondo, se ha desaprovechado la oportunidad propicia del inicio de un nuevo gobierno. Si las élites poderosas que han asumido el gobierno están comprometidas con el país, deberán apoyarmedidas impopulares pero necesarias, aunque afecten a la reelección de Noboa.
Son necesarias reformas para equilibrar el manejo fiscal, aumentando los ingresos y disminuyendo los gastos superfluos, pero solo con la vigencia de la ley propuesta (que perdona deudas a deudores morosos) no habrá nuevas inversiones ni créditos importantes, cuando hay corrupción de cuello blanco e inseguridad creciente. (Si la exportadora Noboa quiere pagar su deuda de US$ 90 millones, solo entregará 33 millones y recibirá un premio al incumplimiento de US$ 57 millones) Entonces elpaís seguirá estancado, sin empleo nuevo,empeorando la situación de los 4.5 millones de ecuatorianos que viven con menos de 3 dólares diarios. Este es el tamaño de la crisis.
Para crecer se necesita atraer inversiones empleadoras y créditos grandes, pero nadie arriesgará su dinero en el Ecuador, que tiene un altísimo riesgo que supera los 2000 puntos, cinco veces más alto que Colombia o Perú. Por eso debemos hacer lo de fondo que han hecho estos dos países:
1) Estabilidad fiscal que demuestre que si se pagará la deuda externa. 2) Mejorar la preparación del capital humano y alinearse con los costos laborales de los países vecinos. 3) Sincerar la situación económica eliminando gradualmente los subsidios a los combustibles, excepto al gas. 4) Subir el IVA, como lo hicimos cuando hubo el terremoto de Manabí y la economía del país no se afectó, acercándonos aniveles de los dos países vecinos, que cobranentre el 17 y el 19%. 5) Dictar una ley de para cobrar impuestos a las cuantiosas herencias, cuyos capitales no se invierten en el país sino que salen y 6) Aprobar un impuesto al patrimonio que grave a la acumulación de riqueza ganada en nuestro territorio.
Todo esto es impopular, pero sin medidas no habrá inversiones ni bajará el número de pobres. Algunas medidas se pueden iniciar si las élites que han tomado el poder se comprometen con el país, que no puede vivir en paz con tanto desempleo, que seguirá expulsando a ecuatorianos productivos que emigran sin cesar.