El Gobierno dejó de aportar el 40% para el fondo de pensiones del IESS y ahora quiere tomar los ahorros de este fondo y pasarlos al de Salud, el cual está atravesando por una grave situación financiera debido a decisiones del propio Régimen.
La modificación de los aportes al IESS se analizó el viernes pasado en el Directorio de la entidad de manera atropellada. La representante de los afiliados al IESS fue removida de su cargo la víspera y el representante de los empleadores no acudió a la sesión. Es decir, un tema de esta trascendencia avanza con el apoyo del representante del Gobierno al IESS y un vocal suplente, quien fue principalizado el mismo día, en medio de cuestionamientos a esta iniciativa parche.
Como la Ley del Seguro Social impide usar los recursos de un fondo para utilizarlos en otro, la salida del Régimen es modificar los porcentajes de aporte de los afiliados para conseguir el mismo resultado. Es decir, reducir el aporte de los afiliados para el fondo de pensiones y subir el aporte para Salud.
¿Qué soluciona esto? Nada de fondo, porque es una medida desesperada para atender las obligaciones del IESS en Salud, donde la falta de recursos es permanente por un problema estructural. Hay que recordar que el problema en el fondo de Salud se profundizó cuando el Gobierno desconoció sus deudas pendientes y multiplicó el número de beneficiarios de servicios de salud sin ninguna contraparte en los aportes de los afiliados.
Para variar, la propuesta para modificar los aportes al IESS no tiene estudios actuariales, como también sucedió el año pasado, cuando de un plumazo se eliminó el aporte fijo del 40% del Estado sin bases técnicas. En ese entonces se dijo que existía un estudio del propio IESS, el cual hasta ahora no aparece.
Para la reunión del viernes pasado tampoco hubo estudios actuariales completos, que son la base para saber si los fondos de pensiones o de salud son sostenibles en el tiempo.
La respuesta del Gobierno será la misma de siempre: que en el futuro se cubrirá lo que haga falta en el IESS, es decir, Dios proveerá.