La situación del país obliga a modificar el Gabinete porque el actual no podrá enfrentar lo que se viene, por su falta de experticia y escasa competencia. Entonces todo el peso del desgaste político soportará el Presidente, quien debe escoger a sus ministros de entre profesionales que hayan hecho algo relevante en sus vidas, que por su prestigio sean creíbles para que puedan resolver con responsabilidad problemas grandes como: el déficit fiscal, la seguridad jurídica para las inversiones petroleras y mineras, la mayor productividad del capital humano, la mejora de las relaciones con EE.UU. para conseguir la apertura de su mercado para la exportación de productos ecuatorianos, a los niveles que rigen para Colombia y Perú, lo que es tan importante como su ayuda para la seguridad interna.
Hasta aquí la popularidad del Presidente se debe a los operativos de la fuerza pública, que es lo que ve la gente por la TV. Cuando esto decaiga será difícil mantenerla. Una buena gestión de gobierno ha sido la aprobación de la Asamblea de 5 propuestas válidas para el corto plazo, que incluye la subida del IVA que, junto a la focalización de los subsidios y otras reformas profundas, desgastarán el capital político de Noboa.
Con el equipo que tiene no puede tratar los temas trascendentes. Para conducir el desarrollo a niveles indispensables es preciso que los líderes concernidos sean capaces de convencer a los inversionistas serios y grandes, sin lo cual no habrá desarrollo alguno del país. La joven Ministra de Minería debe enfrentar a la producción ilegal, para reconducir el aprovechamiento de los ricos yacimientos metálicos.
El Ministro de Finanzas debe ser un profesional prestigioso para obtener el apoyo de los EE.UU. en las negociaciones con los organismos internacionales de crédito, donde su influencia es inequívoca. El Ministerio de Relaciones Exteriores debe nombrar un gran embajador en la potencia mundial, que por su responsabilidad no puede seguir vacante. Las relaciones bilaterales del Ecuador deben ser presididas por nuestro interés comercial, para evitar errores como los cometidos con Rusia, que dejó en la desocupación a 1.000 campesinos e ingentes pérdidas a los empresarios florícolas de claveles.