El 31 de diciembre de 2024 marca el fin de una era para las personas con discapacidad en Ecuador. El carné de discapacidad, que durante años ha sido un símbolo de su condición y un medio para acceder a beneficios y servicios, será invalidado. Desde esa fecha dará paso a la cédula de identidad como único documento oficial para reconocer su situación.
Este cambio puede ser una oportunidad para modernizar el sistema de identificación, simplificar trámites, fortalecer los derechos de este sector de la población y evitar la corrupción evidenciada en casos de personas influyentes que sacaron el documento únicamente para acceder de forma espuria a sus beneficios.
Este cambio, establecido en la Ley Orgánica de Discapacidades, busca modernizar y simplificar el sistema de identificación. Eliminará la necesidad de un documento adicional y centralizará la información en un solo lugar. Sin embargo, esta transición no está exenta de desafíos y genera interrogantes entre la comunidad de personas con discapacidad.
Las autoridades defienden la medida como un avance hacia la eficiencia y la inclusión. La cédula de identidad, con su mayor seguridad y confiabilidad, permitirá una mejor identificación de las personas con discapacidad. Esto facilitará el acceso a sus derechos y evitará fraudes o suplantaciones.
Además, la eliminación del carné contribuirá a la simplificación de trámites burocráticos. Ya que reducirá la carga administrativa y agilizará la atención a este sector de la población. Se espera que esto se traduzca en una mejor experiencia para las personas con discapacidad, quienes ya no tendrán que lidiar con la obtención y renovación de un documento adicional.
A pesar de los beneficios potenciales, la transición hacia la cédula como único documento de discapacidad no está exenta de desafíos. La principal preocupación radica en la falta de información y acceso a los servicios del Registro Civil por parte de un sector importante de la población con discapacidad.
Según el Ministerio de Salud Pública, cerca de la mitad de las personas con discapacidad en Ecuador aún conserva su carné y no ha realizado el trámite para obtener la cédula. Un reportaje de este Medio reveló que hay 483 941 personas con algún tipo de discapacidad, lo que corresponde al 2,69% de la población. De ellos, el 49% aún conserva su carné que prueba su condición y no ha realizado el trámite para la cédula con la identificación respectiva. Esto se debe a diversas causas, entre ellas la falta de recursos, la dificultad para desplazarse o la desinformación sobre el proceso.
Para abordar estas dificultades, el Registro Civil ha implementado brigadas de cedulación dirigidas a grupos de atención prioritaria, incluyendo a las personas con discapacidad. Además, se ha simplificado el proceso de obtención de la cédula, eliminando la necesidad de agendamiento de citas para este grupo poblacional.
Es fundamental que las autoridades redoblen sus esfuerzos para garantizar que todas las personas con discapacidad tengan acceso a la información y los servicios necesarios para realizar el cambio de documento. Esto incluye campañas de sensibilización, asistencia técnica y apoyo logístico para aquellos que enfrentan dificultades para desplazarse o realizar trámites burocráticos.
La comunidad de personas con discapacidad también juega un papel crucial en la difusión de información y el apoyo mutuo. Es importante que se organicen y colaboren para garantizar que nadie se quede atrás en este proceso de transición.
El fin del carné de discapacidad marca un nuevo capítulo en la lucha por la inclusión de las personas con esa condición en Ecuador. Si se maneja adecuadamente, este cambio puede ser una oportunidad para modernizar el sistema de identificación, simplificar trámites, fortalecer los derechos de este sector de la población y evitar la corrupción evidenciada en casos de personas influyentes que sacaron el documento únicamente para acceder de forma espuria a sus beneficios. Sin embargo, es necesario un esfuerzo conjunto por parte del Estado, las organizaciones de personas con discapacidad y la sociedad en general para asegurar que nadie se quede atrás en este proceso.