NUEVO GIRO DEL CASO SNOWDEN

El revuelo causado por la visita de activistas de derechos humanos en el 'no lugar' de migración del aeropuerto de Moscú, donde se halla desde el 23 de junio el exanalista de la CIA Edward Snowden, ofrece nuevas perspectivas.

Hay varios hechos. Primero, mostrarse vivo y sano; segundo, aceptar el asilo en Rusia, país donde, además, varios altos funcionarios aseguran que Snowden habría convenido en no 'dañar' la relación Moscú-Washington; tercero, agradecer a los países latinoamericanos que le ofrecieron asilo y mantienen un pulseo con EE.UU y Europa y, cuarto, poner de manifiesto el apoyo de Wikileaks, del polémico asilado Julián Assange.

La aparición volvió a provocar tensiones entre los gobiernos de Barack Obama y Vladimir Putin. Desde la Casa Blanca y el Departamento de Estado de Estados Unidos se hizo saber a Moscú que el haber admitido la demostración y el encuentro de Snowden no era bien visto.

Si bien se presume que Snowden, al aceptar el asilo de Rusia, respetará las condiciones que ese país exigió, esto es no atacar a EE.UU., se trata de un asunto difícil de controlar en un mundo interconectado. Hay otro tema pendiente: el agradecimiento del excontratista de la CIA a Ecuador, Bolivia, Nicaragua y especialmente a Venezuela, y su anuncio de un futuro viaje, no garantiza que una vez que salga de Rusia no vaya a volver a tocar el tema que causa urticaria a Washington, que seguirá buscándolo para procesarlo por graves cargos.