El miércoles pasado, el país amaneció con Asamblea Nacional y a las 07:00 se quedaba sin ella. El presidente de la República, Guillermo Lasso, disolvió la Asamblea, gracias al artículo 148 de la Constitución. Con ello, redujo su mandato y el de los parlamentarios. Se espera que este lunes se convoque a elecciones. Pero ¿están las fuerzas políticas listas para el reto?
Según el calendario preliminar que ha difundido el Consejo Nacional Electoral (CNE), los tiempos se vienen apretados. Así, hasta la próxima semana las fuerzas políticas deberán hacer sus procesos de democracia interna y sacar a sus candidatos, luego de eso se viene quizá el periodo más largo que es el de las impugnaciones.
La duda que salta a la vista es ¿cuántos partidos y movimientos tienen la disciplina, organización debida y los cuadros suficientes como para la próxima semana llamar a sus bases y hacer verdaderos procesos de primarias y postular a sus mejores militantes?
Uno de los problemas de la democracia ecuatoriana es que basa su participación en un enfoque comicial. Esta brecha entre cada proceso electoral demuestra que los partidos y movimientos son maquinarias electorales, en las que cuando no hay elecciones se bajan las persianas y se ponen candados en las sedes de campaña. Muchas de ellas a la final son organizaciones de alquiler, para facilitar la inscripción de quien pueda costearse unas elecciones a pesar de ni siquiera comulgar con los principios filosóficos de esa tienda política.
Esa falta de compromiso con la democracia, por parte de las fuerzas políticas, es palpable además cuando llegan al poder, cuando no tienen gente de confianza que pueda ocupar cargos sensibles en las entidades públicas. Llegar al poder con dos o tres personas allegadas también cae en el plano de la demagogia.
Así que la aplicación de la muerte cruzada simplemente beneficia a las fuerzas políticas que tengan planes continuos de actividad política. El resto, quizá el 90%, hará lo que pueda para presentar candidatos para Presidente y/o asambleístas, aunque sus acciones queden para el sonrojo y el bochorno.
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