La Tercera Cumbre Hambre Cero se desarrolló con 2 500 representantes de 35 países. La idea es enviar las conclusiones, plasmadas en el Acuerdo de Cuenca, a la Organización de Naciones Unidas, ONU, para su impulso. Recibirán el documento los jefes de Estado y de Gobierno de los 35 países representados estos días en la capital del Azuay.
Las 21 propuestas que recogen las líneas maestras de los principales consensos alcanzados en esta discusión, hablan de la agenda de seguridad y soberanía alimentaria, con políticas y acciones transversales a todos los ejes del ejercicio público, con el especial concurso de los gobiernos seccionales, porque están más cerca de los pobladores. Para manejar información y desenvolver acciones oportunas y eficaces, habrá una plataforma de cooperación que puede ser un instrumento certero, con voluntad política.
En el mundo sigue creciendo el derroche en la sociedad de consumo y la brecha es cada vez más profunda entre los que más tienen y aquellos que apenas tienen un pan para llevarse a la boca. Se gastan millones en armas para destruirnos, rompemos los equilibrios de seguridad alimentaria y los seres humanos, aunque cada vez más conscientes, seguimos devastando el planeta y los recursos naturales. El resultado se experimenta de forma evidente en el cambio climático y el calentamiento global.
Es hora de cambiar, por la solidaridad y coherencia de la vida humana y los derechos de la gente y su entorno.