Aún bajo el ‘shock’ del atentado terrorista del miércoles pasado en contra del semanario satírico Charlie Hebdo, la comunidad internacional ha dado más señales de su masivo apoyo a Francia.
Precisamente, París se convirtió en la capital mundial contra el terrorismo. Ayer (11 de enero) fue el escenario de una de las mayores manifestaciones de respaldo a los franceses, que han afrontado una semana de pánico, a raíz de la barbarie del extremismo religioso.
En la movilización parisina, arroparon al presidente François Hollande, unos 50 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, entre ellos, la canciller alemana Ángela Merkel, el primer ministro británico David Cameron y el jefe de Gobierno español Mariano Rajoy. En un gesto que merece destacarse, también coincidieron el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abas.
En total, en las ciudades francesas 3,7 millones de personas -una cifra sin precedente- participaron en la jornada en favor de la libertad de expresión y de condena al terrorismo con sello islámico, que dejó una estela de víctimas y que ha alimentado las inquietudes. Preocupaciones que no solo se circunscriben a Francia, sino que también involucran a una serie de Estados de Occidente, por la presencia cada vez mayor de yihadistas entre sus ciudadanos y porque no hay país a salvo de los ataques extremistas.
El respaldo de los líderes mundiales a Francia evidencia la voluntad de defender las libertades.