La actividad bancaria mostró desaceleración en el primer semestre.Una reducción en la dinámica es apenas obvia en atención al fenómeno de la baja de los precios del petróleo y el recorte presupuestario que marcaron la mitad del año que decurre.
El factor externo, que no es atribuible a decisiones gubernamentales sino a los vaivenes del mundo petrolero, tienen una lógica afectación en el accionar de la banca. Han generado como respuesta un recorte presupuestario y medidas para ajustar las importaciones.
Diario EL COMERCIO publicó el viernes una nota que refleja la baja en los depósitos monetarios en el primer semestre. Esa merma se produjo mes a mes.
La Cuenta de Pasivos de Monetarios de Otras Sociedades de depósitos del Banco Central pasó de USD 30 477 millones en diciembre a USD 29 026 millones en junio de este año. Es una muestra de la menor liquidez en la economía, una contracción explicable por las circunstancias arriba anotadas.
César Robalino, presidente de la Asociación de Bancos Privados, afirma que la banca está solvente, líquida y sólida. Los indicadores de rentabilidad, liquidez y solvencia tranquilizan.
Es muy importante saber que la actividad bancaria regulada al detalle se realiza con responsabilidad. Pasaron hace rato los tiempos de la crisis bancaria. Los bancos que operan mostraron entonces seriedad y lo hacen hoy apuntalando una actividad económica indispensable para el desarrollo privado, motor del crecimiento.