Cansancio mortal

Dos tragedias cercanas en las vías del Ecuador; dos accidentes fatales de autobuses de transporte público obligan a una reflexión colectiva y un cambio radical.

La consecuencia inmediata fue la cancelación temporal del permiso de operación de una de las empresas de transporte por esa ruta. Pero nos preguntamos si esa medida de reacción servirá.

Las estadísticas, que muestran cada vez más muertos aunque se hayan reducido los accidentes, son preocupantes.

Un proceso rutinario es la investigación de las causas. Es muy recurrente escuchar en los partes que los accidentes se debieron a fallas mecánicas, imprudencias o impericia: falla humana.
Con el control eficaz de los chequeos mecánicos y el rigor de la autoridad para permitir o impedir la salida de los buses en las terminales, se puede solucionar el primer problema y de esta manera alcanzar una reducción drástica de accidentes mortales.

Para la impericia y la imprudencia, los severos procesos de concienciación y preparación cabal de las escuelas de tránsito son esenciales.

Pero un reportaje publicado por EL COMERCIO este jueves puso en la discusión otro factor: el cansancio es una causa frecuente de los accidentes. Se presentan algunos testimonios de pasajeros que dicen que el chofer se durmió.

Los ciclos de manejo deben ajustarse a normas laborales y de salud pública, así como a parámetros severos que cuiden la vida del conductor y las de las personas a su cargo. Es responsabilidad vital.