Correa: el colapso del IESS
En enero de 2007, el IESS, tenía 10 134 empleados. En abril de 2017, 30 530 empleados y en diciembre de 2018, sumó 38 650 empleados. En la década perdida, el Instituto casi cuadruplicó su personal. Para llegar a esta cifra absurda, los presidentes del Consejo Directivo realizaron las siguientes contrataciones: Ramiro González, 25 350 empleados. Richard Espinosa, sumó 25 557. Víctor Hugo Villacrés 11 924. Y Fernando Cordero, 6 545. No se suman estas incorporaciones, porque cada personaje despedía empleados nombrados por sus antecesores para tener mayor espacio para contratar agnados y cognados.
Además, Correa suprimió el aporte del 40% de las pensiones de jubilación que aportaba el gobierno, a título de que el IESS tenía suficiente dinero en sus reservas y que, si éstas llegaban a ser insuficientes, el fisco aportaría hasta con el 100% de las pensiones. Cínicamente ocultó que el fisco, a consecuencia del aumento irresponsable del gasto público, a la vuelta de un par de años tendría grandes dificultades para pagar el 40%, menos aún la totalidad de las pensiones jubilares.
Le creó al IESS la obligación de brindar servicios de salud al cónyuge e hijos menores de edad del asegurado, sin dotarle de ingresos para atender este nuevo gasto, que demanda centenares de millones de dólares al año y congestionó enormemente los ya ineficientes servicios del IESS. No pagó las deudas derivadas de la atención a enfermos catastróficos, con el pretexto de que no existía reglamento para liquidar lo adeudado, sabiendo que el jefe de Estado tenía la facultad privativa de hacerlo. Entonces: no pago porque no existe reglamento y no lo expido, porque tendría que pagar. Deslumbrante inteligencia del 13 veces doctor honoris causa. Cuando los fondos del seguro de salud fueron insuficientes para atender las nuevas obligaciones, se tomaron ilegalmente parte de los recursos del seguro de jubilación, con lo cual se precipitó la crisis de esta rama. Según fuentes del propio Instituto, el fondo de jubilación se agotaría en 4 – 5 años.
Creó el Banco del Instituto de la Seguridad Social, Biess, con el justificativo de que de esa manera se manejarían mejor las inversiones de los fondos previsionales. Ahora, el Biess tiene cerca de 700 empleados y su cartera acusa graves problemas de valores impagos y de inversiones improductivas.
Entonces, para retomar el crecimiento económico y la creación de empleos, habrá que, no solamente corregir el desequilibrio fiscal consecuencia del manejo irresponsable en la época del caudillo, lo cual exige nuevos recortes del gasto público y eventualmente aumentar impuestos, sino, simultáneamente, reestructurar y recapitalizar al IESS. Todo ello requiere un profundo acuerdo nacional que elimine populistas y demagogos en las próximas elecciones. El país no los resiste más.