El chavismo se quita la careta
Nicolás Maduro no libertará a Leopoldo López, aunque sea injusto. Le favorece su inocencia. No importa la legalidad, sino la revolución.
Nicolás Maduro afirma también que la diputada María Corina Machado intenta matarlo. La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, acusó como cómplices al exembajador Diego Arria, al exdirector de la empresa estatal de petróleo de Venezuela, Pdvsa Pedro Burelli y al abogado Ricardo Koesling. En tan fantástica trama, además figura el “americano feo”, Kevin Whitaker, embajador estadounidense en Colombia.
¿Por qué esta acusación?
Porque hoy cualquier opositor barrería al chavismo en unas elecciones.
Las encuestas dan 65% frente al 35. Pero, como no entregarán el poder, intentan exiliarlos, como hicieron con Manuel Rosales, o encarcelarlos, como Leopoldo López o los alcaldes Scarano y Ceballos.
Con la popularidad chavista en caída libre, necesitan cambiar el foco del debate. Maduro no quiere protestas por desabastecimiento, inflación, corrupción ni oleada de crímenes impunes. Quiere centrarse en un falso magnicidio y criminalizar cualquier manifestación opositora.
Como Cuba recomienda y hace: repriman para sobrevivir.
Desde el año 2013, según Instituto Nacional de Estadísticas, los hogares pobres aumentaron un 30%.
En 1999 había 6 400 000 pobres. Hoy son 9 000 000. A pesar del ingreso constante de petrodólares. En 15 años de chavismo, Venezuela recibió más divisas del petróleo que desde su independencia en 1823.
¿Cómo ocurrió esta catástrofe?
La burocracia y el gasto público crecieron exponencialmente. Durante el chavismo pasaron de 900 000 empleados públicos a 2 300 000. La nómina de Pdvsa ascendió de 40 000 a 120 000, pero la productividad –75 barriles por empleado— bajó a 18, mientras la deuda empresarial subió de 6 000 a 40 000 millones.
Aparte de malgastar recursos nacionales, hay una increíble corrupción del Gobierno y la boliburguesía. Según Jorge Giordani,
exministro de Planificación, del Sitme, organismo que otorga divisas, se esfumaron 20 000 millones de dólares. La inflación acumulada ronda 933%. Cuba cuesta sobre 13 000 millones de dólares anuales, cifra que se duplica si agregamos a los chupópteros de Alba, los maletines a Kirchner y compra de influencia internacional.
Los chavistas lograron la “proeza” de quebrar a Venezuela.
Antes de Chávez se importaba el 37% de los alimentos. Con Maduro andamos por el 78%.
Venezuela hace rato dejó de ser una república democrática.
Cada día se acerca más a una dictadura podrida, pura y dura, que conserva el poder a palos. Están ahora en la fase de quitarse la careta. Es triste, pero, tan grave como eso es el silencio cómplice de América Latina. Vergonzoso.