Adam Namm *
Columnista invitado
El 22 de abril es el Día de la Tierra, un día para apreciar y proteger este precioso planeta que es nuestro hogar. Y hoy no existe una amenaza mayor para nuestro planeta que el cambio climático.
El 2014 fue el más caluroso en la historia de nuestro planeta. Catorce de los 15 años más calurosos se han registrado en los primeros 15 años de este siglo. Aunque este invierno fue frío en partes de mi país, en el mundo entero fue el más cálido de acuerdo con los registros.
El hecho de que el clima esté cambiando tiene implicaciones muy serias para nuestra forma de vida actual -tormentas más fuertes, sequías más marcadas, temporadas de incendios más prolongadas. Los científicos más destacados del mundo advierten que el cambio climático ya afecta el aire que nuestros hijos respiran. El Pentágono dice que el cambio climático supone riesgos inmediatos para nuestra seguridad nacional.
El cambio climático ya no se puede negar ni ignorar. Estados Unidos está comprometido a hacer su parte y lo está haciendo a través del exhaustivo Plan de Acción Climática que el presidente Obama ha puesto en marcha.
Estamos usando más energía limpia, Estados Unidos es número uno en energía eólica, cada tres semanas producimos la misma cantidad de energía solar que en todo el 2008. Estamos dando pasos para gastar menos energía con automóviles más eficientes que ahorran dinero a la hora de llenar el tanque y en edificios más eficientes que ahorran dinero en las facturas de electricidad.
Gracias en parte a estas acciones, nuestra contaminación por emisiones de carbono ha caído 10 por ciento desde el 2007, aunque nuestra economía creció y hemos tenido el período más largo de crecimiento laboral en el sector privado que se haya registrado. Nos hemos comprometido a duplicar el ritmo al que reducimos la contaminación ambiental y China se ha comprometido, por primera vez, a limitar sus emisiones. Y como las dos economías más grandes del mundo, tenemos nuevas esperanzas que, con el liderazgo de nuestro país, este año el mundo finalmente llegue a un acuerdo para prevenir el peor impacto del cambio climático antes de que sea demasiado tarde.
Esta es una crisis que afecta a todos y es una responsabilidad compartida. Se trata de proteger las maravillas naturales que Dios nos dio y los empleos que dependen de ellas. Se trata de proteger nuestras ciudades y nuestras familias de daños y desastres. Se trata de mantener a nuestros hijos sanos y seguros. Es el único planeta que tenemos. El tiempo de actuar es ahora para que en unos años podamos mirar a nuestros hijos y nietos a los ojos y decirles que hicimos todo lo que pudimos para proteger nuestra tierra.
*Embajador de los Estados Unidos en Ecuador.