Reinaldo Páez Z.

Amarga realidad

“No importa que robe porque hace obra”, frase reiterativa, lapidaria de la dignidad y de la moral, que traduce impotencia y conformidad con la corrupción entronizada en nuestro país.

Decía Honoré de Balzac “Las leyes injustas son la telaraña a través de la cual pasan las moscas grandes y las más pequeñas quedan atrapadas”

La Ley Electoral es tan injusta que permite que se candidaticen personas sentenciadas, con  medidas cautelares y otras relacionadas con el narcotráfico y el crimen organizado. El 98% de candidatos carecen de profesión, por lo que, en una inmensa mayoría, no están preparados para administrar o dirigir las posiciones para las que buscan ser elegidos.

La corrupción nos abruma, contamina a toda la sociedad y desgraciadamente ha invadido la cultura popular que no solo la tolera, sino que absurdamente respalda a sus más conspicuos representantes, a aquellos que se enriquecieron, desde los puestos de gobierno que ocuparon, con el dinero con el que habían podido, si procedían honradamente, cambiar el rumbo y el futuro de nuestra patria; no lo hicieron y  se calcula que entre los años 2007 y 2017 se apropiaron de 70.000 millones de dólares por sobreprecios, coimas, malos manejos presupuestarios, obras sobrevaloradas y mal construidas. Ese cuantioso capital hurtado bien pudo servir para construir hospitales, dotar de agua potable a todo el país, combatir la desnutrición infantil, construir escuelas, colegios y mejorar la educación universitaria. ¿Cómo se puede comprender que los representantes de esos grupos causantes del desastre económico y moral, en el que estamos inmersos, tengan la preferencia electoral de la gente que ha sido mayormente perjudicada? 

Es difícil extraer, del túnel del engaño, a la gente inocente; pero todo esfuerzo que se realice, para evitar la continuidad o el retorno de los destructores de la patria al poder, es un acto de responsabilidad y de auténtico patriotismo. Concordemos con Voltaire que “Aquellos que pueden hacerte creer absurdidades, pueden hacerte cometer atrocidades”