Un joven narró en su cuenta de Twitter cómo su madre se esforzó en darle a su mascota el mejor día de su vida antes de tener que sacrificarla. Foto: Captura/ Twitter/ @Victahhhh.
Aplicar la eutanasia a una mascota es una decisión muy difícil. Sin duda quedará el vacío en la familia y se sentirá sobre todo en los espacios que el animal de compañía solía utilizar con frecuencia; sin embargo, es algo que se debe considerar si su calidad de vida ya no es buena.
Este fue el caso de la familia Flores-Adams que ayer (25 de octubre de 2016)tuvo que sacrificar a Daisy, una Beagle de 13 años de edad que había estado con ellos por ocho años. Los veterinarios descubrieron que la mascota tenía un disco roto y no podía controlar la mitad inferior de su cuerpo, según informa el portal BuzzFeed.
Por su avanzada edad, era ya muy riesgoso someter a Daisy a una cirugía. Bajo esas circunstancias, la familia tomó la decisión de ‘poner a dormir’ a su mascota, no sin antes darle el mejor día de su vida. De esta tarea se encargó Shannon Adams, la madre de Victor Flores. Él compartió lo sucedido en su cuenta de Twitter.
El fin, según contó Flores a BuzzFeed, era asegurarse de que Daisy estuviese lo más cómoda posible antes de irse de este mundo. Por ello, Shannon preparó sus comidas favoritas y la llevó de paseo en un coche por todo el vecindario. En un grupo familiar, la madre les enviaba constantemente imágenes de la comida que preparaba para la perrita y de las actividades que realizaron juntas.
Flores publicó en Twitter capturas de pantalla de los mensajes en la noche del 24 de octubre de 2016 y hasta hoy, 26 de octubre, ha alcanzado más de 90 693 ‘retuits’ en esa red social. Muchos usuarios le respondieron que la historia les había hecho llorar. Él y su familia agradecen todas las formas de compasión que surgieron de extraños, relata BuzzFeed.
De hecho, algunas personas, por la misma red social, le contaron a Flores que lo que hicieron por Daisy les recuerda a las acciones tomadas por ellas antes de que sus perros tuvieran que ser sacrificados.
Finalmente, ayer, solo Flores y su madre lograron juntar las fuerzas para poder llevar a Daisy al veterinario. “Era demasiado duro para el resto de la familia”, dijo el joven quien también capturó en la mañana del martes una imagen de su madre sentada junto a Daisy en su casa contemplando juntas una pared.
Poco tiempo después, la perrita se subió por última vez en el vehículo de la familia para visitar al veterinario. Ahora Daisy está descansando.
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