El amor familiar y el fútbol son la terapia de ‘Sachi’ Escobar contra el cáncer

Santiago Escobar dirige a sus pupilos, durante el juego amistoso del pasado miércoles ante Aucas, en el estadio Atahualpa. Foto: cortesía de Universidad Católica

Santiago Escobar dirige a sus pupilos, durante el juego amistoso del pasado miércoles ante Aucas, en el estadio Atahualpa. Foto: cortesía de Universidad Católica

Santiago Escobar dirige a sus pupilos, durante el juego amistoso del pasado miércoles ante Aucas, en el estadio Atahualpa. Foto: cortesía de Universidad Católica

Santiago Escobar es creyente y optimista. Cada mañana, se levanta y eleva una plegaria al Todopoderoso. Le dedica su trabajo diario como entrenador en Universidad Católica y además le hace un pedido: que lo cure del cáncer de próstata, detectado el 23 de diciembre, un día antes de Noche Buena.

Para ‘Sachi’, en la vida lo más importante es la familia, los amigos y el trabajo en el fútbol. En ese orden. En ese trípode se ha sostenido para batallar contra la desgracia.

“Cuando llegaron los resultados que confirmaron el cáncer tuve dolor. Fueron días difíciles. Tenía sentimientos encontrados, pero rápidamente la familia, los amigos, la gente de la Universidad Católica y del fútbol han sabido cobijarme. Estoy convencido de que puedo ganar esta batalla”, le confiesa a este Diario, el colombiano de 57 años, 22 de ellos dedicados a su profesión de técnico de fútbol.

El 12 de enero, la Universidad Católica informó, a través de sus redes sociales de la enfermedad de su DT. El anuncio fue previamente consensuado con ‘Sachi’ quien desde Medellín dio el OK para el comunicado. Entonces, llegó una ola de mensajes de ánimo desde todas partes. El #FuerzaSachi se volvió viral en redes.

El celular de Escobar, según su testimonio, se llenó de mensajes positivos y de bendiciones.

Inicialmente, el técnico iba a quedarse dos meses en Colombia para tratarse del mal. La fase inicial consistió en suministro de medicación y un tratamiento hormonal a través de una inyección. Después vendrían las radioterapias.

Pero entre el comienzo del proceso y las radioterapias había que esperar un mes. Entonces Escobar persuadió a sus galenos para modificar el cronograma, volver a Ecuador y trabajar con la Universidad Católica en la pretemporada.

Así ‘Sachi’ se presentó, de forma inesperada, en el complejo de La Armenia, lugar de entrenamiento de los ‘camarattas’, el 25 de enero. Los capitanes Facundo Martínez y Hernán Galíndez le dieron la bienvenida. Allí conoció a los nuevos refuerzos como Lisandro Alzugaray, Gregory Anangonó y Jonathan Mina, con quienes solo había hablado antes por videollamada.

La intención era que el DT dirigiese a sus pupilos en el inicio del torneo local y la primera fase de la Libertadores ante Liverpool de Uruguay. Este repechaje se iba a jugar el 17 y 24 de febrero, con lo cual Escobar podía volver el 25 a Colombia a seguir su tratamiento.

Pero la Conmebol cambió las fechas de la Copa. Por ello, ‘Sachi’ solo dirigirá el inicio del torneo -ante Olmedo, el viernes 19- y el partido de ida con Liverpool, del 24. De forma simbólica, los dos juegos son los primeros del Campeonato y la Copa Libertadores.

El fútbol ha sido una terapia ocupacional para el ‘Sachi’, que intenta mantener su rutina de siempre. Antes del entrenamiento, corre y camina en La Armenia para completar un recorrido de 10 kilómetros.

En diciembre jugó fútbol con su familia en Colombia. La prescripción de sus médicos era que pare únicamente cuando sienta fatiga.

En Quito está solo. Su esposa Juliana Curi cuida de sus hijos, los adolescentes Martín (16) y Antonio (13) en su casa en Medellín. Pero el contacto familiar es permanente -a través de videollamadas y mensajes- en el día. “En la pretemporada paso muy ocupado. Por eso decidimos con mi familia que venga solo este tiempo. Ya me reencontraré con ellos desde el 25 de febrero”.

El respaldo para el proceso del entrenador es total en Católica, según su presidente Santiago Cattani. “Le dijimos que lo más importante es su salud, su recuperación. Fue un gesto sorpresivo que haya venido antes, pero eso solo demuestra su gran calidad de profesional y persona”.

Gustavo Alfaro, el seleccionador ecuatoriano, le escribe continuamente para conocer su estado de salud. En los partidos amistosos de pretemporada también recibió abrazos de sus colegas Pablo Repetto, Darío Tempesta y de Renato Paiva, a quien conoció la semana pasada, pero que ya sabía de su situación. Escobar se siente tranquilo. Cree que Dios le ayudará a ganarle al cáncer.

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