La Ruta de las Iglesias estrenará nuevo chip para la edición de este 2018

Carrera atletica Ruta de las Iglesias que recorre la mayoria de las Iglesas del Centro Historico de Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

La Ruta de las Iglesias retomará este año el paso por la iglesia de San Francisco y también por la Plaza del Teatro. Con estas dos novedades, ayer se presentó de manera oficial la carrera quiteña, que se disputará el sábado 25 de agosto.
“Más que una carrera es una experiencia”, destacó Samia Solah, una de las organizadoras. “Él deporte me enseñó que con disciplina, constancia y sacrificio se logran metas. También, que es la mejor forma de compartir en familia”, añadió.
Por ese sentido familiar, la familia Solah creó esta prueba pedestre hace 14 años. “Fue una idea de mi padre, que hasta hoy, con 80 años, sigue corriendo con nosotros”.
Nina Solah, directora general de la prueba, habló de las novedades de la carrera para este año. En el recorrido, una vez que culminaron los trabajos de la estación del Metro de Quito, los atletas volverán a correr por San Francisco, también por delante de la iglesia de Santa Catalina y por la Plaza del Teatro. “Con autorización del Municipio de Quito, vamos a pasar por varias calles peatonales del Centro Histórico”.
En la parte técnica, se implementó el sistema TYR para el chip. Este viene incorporado al número de participación. “Los atletas deben colocárselo en la parte frontal”. Además, en el dorsal estará impreso el nombre del atleta.
Si bien esta es una tendencia mundial, también permitirá evitar los cambios de chip entre atletas.
La otra novedad tiene que ver con la salida. Se implementarán seis corrales, de acuerdo con el tiempo de inscripción de los atletas. “La partida se dará con 10 minutos de intervalo entre corral y corral. Los atletas no deben preocuparse de su tiempo, este empezará a correr cuando pisen la línea de partida”.
Este sistema de partida, denominado olas, brindará mayores espacios a los atletas, especialmente en el Centro Histórico, donde las calles son más angostas.
Los 15 000 cupos que la organización puso a disposición se llenaron en un día y medio. Sin embargo, los atletas que deseen participar sin inscripción están invitados, salvo con un compromiso, el de salir luego del sexto corral. “Se prevé que serán unos 3 000 aficionados más los que correrán sin inscripción”, dijo Samia Solah.
La carrera contará con el respaldo de 600 agentes de control y de tránsito. La Policía Nacional también trabajará en el orden y seguridad. Realizará un cronograma de cierres de vías, de manera progresiva por la ruta de la carrera, que va por la calle Venezuela, avanza en el Centro Histórico y luego se dirige a la avenida De los Shyris, norte de Quito.
Además, se brindará el servicio de buses guardarropa, donde los atletas podrán encargar sus pertenencias. Buses de la organización y del Municipio de Quito también trasladarán a los atletas hasta punto de partida, en el sector de la calle Venezuela.
Como todos los años, la Fundación Olimpiadas Especiales del Ecuador recibirá un porcentaje del valor de las inscripciones. “Gracias a esta ayuda, entregaremos la escuela 15 de educación especial”, informó Héctor Cueva.
En tanto que, por segundo año consecutivo correrán Roberto y Gaby, los hermanos Espinosa, que lideran el programa FulAcolite. “Ofrecemos un mensaje de que todas las ilusiones son posibles. Todos se pueden unir, no importan qué tan grandes sean las suyas”, dijo Gaby, quien sufre de parálisis cerebral, pero que compite y hace una vida cotidiana gracias a su familia.
“En FulAcolite participamos gente con y sin discapacidad. El año pasado disfrutamos de estas carreras. Así que a todos los atletas les decimos que se alisten para disfrutar, va a estar increíble”, destacó Roberto Espinosa.
Otro invitado especial fue Pablo Vallejo, quien practica Ironman y en junio pasado completó su primer Triatlón en Nueva York. Además de este tinte de solidaridad, la carrera rendirá un homenaje especial a Saadin Solah, exdirector de la carrera, quien falleció hace dos años, así como al periodista Alfonso Laso Bermeo.